Rehabilitar el saneamiento de Anaka es prioritario para Servicios de Txingudi

Sólo dos de las intervenciones incluidas en el nuevo Plan de Inversiones de Servicios de Txingudi cuentan con una prioridad establecida como 'muy alta': la rehabilitación del saneamiento de Anaka y la reconstrucción del depósito en Iparragirre Bajo. Esta semana se presentó el denominado P2025, que concreta las inversiones que la Mancomunidad prevé realizar durante los próximos casi diez años.

La rehabilitación del saneamiento del barrio de Anaka está incluida en el área de inversiones dedicadas al saneamiento y drenaje urbano, y se le calcula un coste de 300.000 euros. «Se pretende rehabilitar los colectores que discurren por este barrio con una tecnología que se denomina 'sin zanja'», explicó la gerente de Servicios de Txingudi, Leire Zubitur. Mediante este sistema, «no es necesario realizar zanjas para poder rehabilitar las conducciones». En el caso de Anaka, «el saneamiento discurre a una gran profundidad y está totalmente degradado, con colectores unitarios muy deteriorados».

Utilizando el sistema 'sin zanja', «se introducen en las conducciones que están deterioradas unas mangas o encamisado de plástico, de PVC, que se adapta a la propia conducción de hormigón». De este modo, «el agua discurrirá por dentro de ese revestimiento que introduciremos». Esta misma tecnología ya se utilizó en Irun hace unos años, en 2011, para instalar un nuevo colector en Lapice.

La segunda inversión con prioridad muy alta es la rehabilitación del depósito de Iparragirre Bajo. Esta intervención está clasificada dentro del marco de actuación de abastecimiento y distribución y, como explicó la gerente de la Mancomunidad, más que una rehabilitación «va a ser una reconstrucción, por el grado de deterioro» que presenta la infraestructura. En esta actuación se invertirán 1.100.000 euros.

Con una prioridad algo menor, pero establecida como 'alta', se encuentra una intervención similar que se llevará a cabo en el depósito de Iparragirre Alto. A la rehabilitación de esta infraestructura se destinarán 800.000 euros. Tanto en este caso como en el de Iparragirre Bajo, y aunque con diferentes grados de deterioro, los depósitos «presentan numerosas deficiencias, con juntas erosionadas donde existen filtraciones de agua. En las paredes exteriores también se observan bastantes fisuras, lo que conlleva que los depósitos se tengan que rehabilitar estructuralmente. Se tienen que impermeabilizar por la parte interior y es necesario renovar las valvulerías, accesos, cerramientos y albañilería en general», enumeró la gerente.

A estas dos intervenciones les siguen las tipificadas como de prioridad 'alta', varias de las cuales afectarán también en Irun. Entre ellas se encuentra la rehabilitación de la presa de Domiko, para la que se calcula que harán falta 550.000 euros. «Desde hace ya tiempo se padecen problemas en la estructura del espaldón, el caballón de tierras que sujeta todas las aguas que se embalsan en Domiko», explicó Leire Zubitur. «Se está filtrando mucha agua, y eso hace que se esté desestabilizando el espaldón. Lo que pretendemos es minimizar esa deformabilidad y estanqueidad que se está produciendo, impermeabilizando la cara aguas arriba del espaldón». Otra de las intervenciones importantes será la impermeabilización del canal de Domiko, en la que se invertirán 250.000 euros.

En el apartado de abastecimiento y distribución, destaca también la inversión de 250.000 euros que se destinarán a la unión de redes de Irun y Hondarribia: «pretendemos construir una canalización alternativa y paralela a la que actualmente existe, ya que las redes de distribución de agua de ambas ciudades están unidas por una única tubería. Esto crea un punto débil de seguridad en el caso de que se produzca una avería en dicha conducción», explicó Leire Zubitur.