26 abril 201501:58
La Sociedad Irungo Atsegiña celebra este año su 93º aniversario. Además de su función recreativa, la sociedad irundarra tiene un carácter benéfico. Hay que recordar que hace 93 años, en Irun, para prestar ayuda social, no existía más que el Hospital-Asilo, en el que se atendía a los huérfanos y a las personas mayores sin recursos. El día de San Marcos, las madrinas regalan a sus ahijados la tradicional opilla y la Sociedad Irungo Atsegiña se convirtió en la 'madrina' de los huérfanos del Hospital-Asilo.
El propio Ayuntamiento de Irun nombró oficialmente a la sociedad irunesa 'madrina' del citado centro de asistencia social. Años más tarde, tras innumerables actividades benéficas a favor de las personas más necesitadas, la Irungo Atsegiña ingresó en la Orden Civil de Beneficencia.
500 opillas
Desde que la sociedad ubicada en la calle San Marcial se convirtiera en 'madrina', todos los años, coincidiendo con su aniversario, obsequia a las personas que se encuentran en las residencias para mayores de Irun con la tradicional opilla. Ayer por la mañana, repartió en total unas 500 opillas por las residencias de la ciudad.
Por otra parte, el pasado jueves, día 23, y continuando con su costumbre, la Sociedad Irungo Atsegila celebró su 93º aniversario con la tradicional comida para las personas mayores que están ingresadas en las residencias de Irun (Residencia Municipal Ama Xantalen; María Inmaculada de Mendibil; Caser; Cruz Roja; Centro de Día de Artía y Centro de Servicios Bidasoa).
Con este motivo, unas 130 personas mayores se reunieron para comer, invitadas por la Irungo Atsegiña, en el local de la sociedad. Tanto el presidente de la sociedad, Luis Etxebeste, como los miembros de la junta directiva y algunos socios, ejercen de cocineros y camareros en esta comida que se celebra cada año.
Sociedad. Los comensales, durante el almuerzo.
