«Cuando Love of Lesbian me pidió fotos me dio un 'ataque fan'» |
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Martes, 14 de Junio de 2016 09:48 |
Noticia publicada en Diario Vasco sección Bidasoa,el martes día 14 de Junio de 2016. «Cuando Love of Lesbian me pidió fotos me dio un 'ataque fan'»Detrás del visor de 'Azulclaritocasiblanco' está ella, Thais, que también se atreve a ponerse delante de vez en cuando. / AZULCLARITOCASIBLANCO
14 junio 201608:18
Detrás del objetivo de una cámara siempre hay un ojo abierto y otro cerrado. Y aún así, las fotografías son capaces de ofrecer realidades que, a veces, nuestros dos ojos abiertos no ven. Por ejemplo, cuando todo el mundo odiaba a Yoko Ono y quería acabar con la relación que tenía con Jonh Lennon, la fotógrafa Annie Leibovitz fue capaz, con un objetivo y un ojo abierto y el otro cerrado, de retratar el profundo amor que se profesaban el uno al otro. Un sentimiento que ni el asesinato de Lennon ha podido matar gracias, en parte, a esas últimas instantáneas de Leibovitz. Esas fotografías son historia y pretendían contar una historia. Historias como las que crea la irundarra Thais R. Varela a través de su 'objetivo azul', azul clarito casi blanco. (Léase con 'La noche eterna' de Love Of Lesbian de fondo).
Voy a poner música a esta entrevista, después explicamos el por qué, ¿te parece?
La mejor banda sonora que puede tener esta historia es cualquier canción de Love of Lesbian, así que adelante. Dale al play...
En tu caso a lo que más le das es al clic...
Sí, desde hace unos meses es el sonido que más escucho. He cambiado el ruido de los tatuajes por el de las fotos.
Tatuajes y fotos requieren de buen pulso, pero ¿has cambiado una cosa por la otra?
No exactamente. He trabajado durante quince años en el negocio familiar. Mi madre y mi tía son las responsables de Tattoo Chaman, pero gracias a todos los planetas no he estropeado la piel de nadie con mis tatuajes. Aunque alguna víctima hay por ahí, yo me he dedicado a otras labores en la tienda.
Labores que acabas de abandonar.
Eso es. Empecé sacando fotos como un hobby, pero ha llegado un momento en el que se ha convertido en un trabajo. No podía compaginar las dos cosas y he tenido que elegir. Me he arriesgado y he dejado Tattoo Chaman para dedicarme a la fotografía.
¿Cuál fue tu primera foto? La que comenzó con este veneno...
La recuerdo perfectamente. Una tarde estaba tranquilamente en casa. Miré hacía la ventana. Ahí estaba Luna, mi gata. Estaba atardeciendo y tenía alrededor una luz tan increíble que sin darme cuenta corrí a buscar la cámara que me habían regalado mis padres en un cumpleaños. Sentí que tenía que guardar ese momento para siempre. Me tiré al suelo, miré por el visor y... ¡clic! A partir de ese día empecé a ir a todas partes con esa cámara compacta, incluso planeaba salidas para llevármela y hacer fotos.
También apareció Instagram y te vino como anillo al dedo, ¿verdad?
Totalmente. Me considero autodidacta y muchas cosas las he aprendido salseando en la red. Después de estar dos años con esa primera cámara, me regalaron una réflex y un pequeño curso de iniciación. A partir de ahí, todo lo he aprendido a base de hacer, fallar, rehacer y, también, rodearme y trabajar con gente que sabe mucho.
Ahora tienes 2.200 publicaciones y no te han ido mal las cosas...
Para mí las redes sociales han sido un trampolín. En aquel entonces no tenía ordenador, así que sacaba las fotos y las editaba con el móvil. Y sin hacer nada especial empecé a tener cada vez más seguidores.
23.000, algunos muy populares. ¿Subo el volumen de la música?
Así es. Un día, Juanra, el bajista del grupo Love of Lesbian que vende millones de discos, empezó a seguirme en Instagram. Es uno de mis grupos preferidos, así que te puedes imaginar mi 'ataque fan' en ese momento... A las dos semanas, el que comienza a seguirme es Juli, el guitarrista. Otro 'ataque fan'. Entonces recibo un mensaje en facebook.
Intuyo que aquí la cosa se va a poner seria, ¿otro 'ataque fan'?
¡Y de los grandes! El mensaje era de Juli. Me escribía para decirme que al grupo le encantaban mis fotos y que querían que les hiciera unas del fin de gira.
Pregunta retórica, ¿aceptaste?
Lloré de alegría y luego dije que sí. Uno de mis grupos preferidos pidiéndome fotos... ¡un milagro!
Dice la canción 'Bonnie and Clyde no se quisieron rendir', supongo que tú tampoco.
¡Para nada! Aproveché mis vacaciones para ir a Madrid a buscar localizaciones. Querían que la sesión fuera de noche y yo elegí el parque de las siete zetas.
¿Ya? ¿Se hizo de noche y te pusiste con tu cámara delante del grupo?
No, no. En ese sentido, fue muy fácil trabajar con ellos. La gira les trajo a Bilbao y a Donostia, en las dos ocasiones me invitaron al concierto y a cenar. Suena ñoño, pero conectamos muy bien. Así que el día de la sesión de fotos fue todo muy sencillo.
¿Tanto como el día que le sacaste tu primera foto a Luna?
No tanto, pero sí. No me tembló el pulso. Yo seguía con la réflex más sencilla del mercado, compré algún flash y me planté allí con toda mi ilusión.
Supongo que harías cientos de fotos, ¿cómo fue el trabajo posterior?
No lo sé explicar. Adelgacé y todo de las ganas que tenía de que todo saliera bien. Trabajé muy duro en la edición y en tiempo récord, me pidieron las fotos enseguida. Ha sido lo más increíble que me ha pasado nunca. Aún guardo los preset (efectos) que creé, tengo el 'love of lesbian superguay', 'Santi azul'...
¿Son la prueba de que aquello no fue un sueño?
¡Algo así! Y lo mejor de todo es que salió todo tan bien, que ahora con la grabación de su nuevo disco, he vuelto a estar con ellos en Barcelona y, claro, les he sacado fotos.
Pero seguiste trabajando con tu familia...
Sí, ha sido ahora cuando me he dado cuenta de que tengo que arriesgar e intentar dedicarme a esto. Hace un mes me invitaron como ponente a unas charlas en las que había gente a la que admiro muchísimo, no me lo podía creer. Ahí es donde me dije 'Thais, ahora o nunca'. Y aquí estoy, peleando por mi sueño.
Tus fotos tienen un 'no-sé-qué' que las diferencia, ¿qué es?
No lo sé, supongo que serán los colores. Me gusta utilizar efectos que simulan carretes antiguos. Trabajo mucho las fotos, editarlas es cómo pintar un cuadro. Y después, como broche, me encanta poder crear una historia sobre la imagen.
No podemos terminar sin saber qué hay detrás de 'Azulclaritocasi blanco', suena a película...
Es que se me ocurrió después de ver la película 'Azul oscuro casi negro', pero pensé que el clarito tenía un significado más positivo. He de confesar que en realidad es una contraseña vieja de facebook, pero como firma mola, ¿no?
Mola mucho.
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