Una tradición que este año será especialmente sensible para los bolsillos de los ciudadanos. En la presente campaña se dejarán sentir con toda su intensidad los efectos de la reforma fiscal pactada a finales de 2011 por Bildu, PSE y Aralar, que entró en vigor el 1 de enero de 2012 y ante la que hay que responder ahora, aunque son muchos los que ya la notan desde el año pasado con un aumento de las retenciones en sus nóminas. Un pacto para subir los impuestos y reducir el número y cuantía de buena parte de las deducciones y desgravaciones existentes. Unas medidas con las que la Diputación de Gipuzkoa se ahorrará, solo por IRPF, 86,3 millones de euros. Estas son las principales novedades de la Campaña que ahora comienza.

Es una de las medidas 'estrella' de la reforma y la que más gráficamente muestra el empeño de Bildu y del PSE en «hacer pagar a los que más ganan» para avanzar en la «equidad, la progresividad y la eficiencia del sistema fiscal». Si hasta el año pasado el tramo más alto del IRPF estaba establecido en el 45%, para quienes superaban los 60.000 euros brutos de ingresos, ahora se incluyen tres nuevos peldaños: Los ingresos superiores a 90.000 euros pagarán a Hacienda el 46%, los que excedan los 120.000 serán cargados al 47% y todo lo que se sitúe por encima de los 175.000 euros recibirá una factura tributaria del 49%. La propia Hacienda admite que esta medida es más ideológica que efectiva desde el punto de vista recaudatorio, dado que no son excesivos los contribuyentes afectados. De hecho, el impacto en los ingresos es más bien escaso. El fisco espera recaudar en torno a 3,5 millones de euros con los nuevos tramos.

Una de las novedades más relevantes. Desde su llegada al poder, Bildu se ha marcado entre sus prioridades equiparar la carga fiscal que soportan las rentas de capital con las del trabajo, una aspiración largamente demandada por los partidos de izquierda. En ese camino, abertzales y socialistas modificaron el tratamiento del ahorro y las plusvalías, marcando una de las diferencias más llamativas con el resto de territorios vascos y con el Estado. Así, los ahorradores e inversores guipuzcoanos pagarán ahora el 20% de los réditos obtenidos el año pasado cuando la cifra se sitúe por debajo de 4.000 euros. A los beneficios superiores a esa cantidad se les aplicará una carga del 23%.

Para la campaña del año que viene queda la nueva reforma que ha entrado en vigor este año. Desde el pasado 1 de enero, el tratamiento del ahorro ha vuelto a cambiar. La nueva normativa establece un gravamen del 21% para los rendimientos de hasta 1.500 euros, del 23% entre esa cantidad y 10.000 euros, y del 25% de lo que supere los 10.000.

Es uno de los mecanismos más habituales para rebajar la factura con Hacienda. De hecho, son muchos los contribuyentes que a fin de año hacen una aportación 'extra' a su cuenta vivienda o a la hipoteca para ahorrar algo más (en el primer caso) o reducir la deuda (en el segundo) y, de paso, aprovechar al máximo la deducción por inversión en vivienda. Quienes compraron su piso antes de 2012 mantendrán su deducción habitual: 18% del capital invertido e intereses pagados con un límite de 2.160 euros o 23% con límite de 2.760 euros para menores de 35 años y familias numerosas. La situación cambia para quienes compraron vivienda el año pasado. El tratamiento fiscal en estos casos es menos benévolo: deducción del 15%con un máximo de 1.500 euros con carácter general y del 20% con tope de 2.000 euros para menores de 35 años y familias numerosas. Ello quiere decir que quienes compraron su vivienda en 2012 pueden desgravar hasta 10.000 euros de sus gastos (amortización e intereses) anuales, por los 12.000 a que tienen derecho los que ya tenían piso. La modificación de la deducción por vivienda también afecta al llamado «crédito fiscal», la cantidad máxima que un contribuyente puede desgravarse a lo largo de su vida. Si hasta 2011 este tope estaba en 36.000 euros, desde 2012 se ha reducido a 30.000. La buena noticia para los contribuyentes es que la desgravación por vivienda se mantiene en 2013 en Gipuzkoa y el resto de Euskadi, al contrario de lo que sucederá en el resto de España, donde el Gobierno la ha suprimido desde el pasado 1 de enero.

También ligado a la vivienda, los mayores de 65 años que hayan vendido su casa verán limitado a 220.000 euros la ganancia patrimonial exenta de tributación.

En el caso del alquiler, se mantiene la deducción del 20% de la renta pagada con un tope de 1.600 euros. En el caso de familias numerosas y menores de 35 años, estas cifras se elevan al 25% con un máximo de 2.000 euros.

La segunda manera más popular de aminorar la factura fiscal es aportar a una EPSV o fondo de pensiones. La reforma del IRPF que entró en vigor en 2012 y cuyas consecuencias se notarán en la campaña que ahora comienza reduce sustancialmente y en varios aspectos las ventajas de estos productos con el objetivo de ahorrar costes a la Diputación. Si hasta 2011 un contribuyente podía reducir de su base imponible hasta 8.000 euros por sus aportaciones individuales a este tipo de planes, el límite se ha bajado a 5.000. Eso sí, en los casos en que la empresa también contribuya a la EPSV en beneficio de su empleado, el límite conjunto entre aportación individual y de empresa se eleva hasta 12.000 euros.

Se mantiene la aportación desgravable de hasta 2.400 euros a favor del cónyuge cuando este tenga una base imponible inferior a 8.000 euros, pero desaparece el «plus» que existía para los mayores de 52 años (1.250 euros adicionales sobre el límite general por cada año de más sobre esos 52). De este modo, los límites (5.000 por aportación individual y 12.000 conjunta) son iguales para todas las edades.

Un tercer cambio sustancial es que los contribuyentes mayores de 67 años dejan de tener derecho a esta reducción. En el caso de las aportaciones realizadas a favor de personas con discapacidad, existe un límite adicional de 8.000 euros. Además, las propias personas discapacitadas podrán reducir hasta 12.000 euros. En total, para este colectivo se establece un límite general de 24.250 euros.

Otra novedad es que desaparece el régimen especial para los deportistas profesionales, que hasta 2011 pudieron gozar de un límite reducible de 24.450 euros pero que este año deben acogerse a la norma general.

Si tiene más de 65 años y gana más de 30.000 euros, olvídese de la deducción por edad a la que estaba acostumbrado (el año pasado 326 euros hasta 75 años y 596 a partir de entonces). La desgravación, hasta ahora universal para todos los mayores, se suprime para quienes cuentan con una base imponible superior a 30.000 euros y se mantiene íntegra solo para quienes declaran menos de 20.000. A quienes se sitúan entre ambas cantidades se les aplicará una deducción proporcional. A mayor renta, menor deducción. Para conocer la cantidad exacta la fórmula es restar 20.000 euros a la base imponible y multiplicar el resultado por 0,0326. La distancia entre el resultado y 326 es la deducción a que tendrá derecho. Esto en el caso de los mayores de 65 y menores de 75. Para los mayores de 75, se debe restar 20.000 euros a la base imponible y multiplicar el resultado por 0,0596. La diferencia entre este último resultado y 596 será la deducción.

La deducción de 400 euros impulsada por el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero en 2008 llega definitivamente a su fin. La medida fue inicialmente universal pero posteriormente se aplicó solo a quienes ganaban menos de 20.000 euros. Quienes tenían unos ingresos inferiores a 15.000 euros la cobraban íntegramente, en tanto que quienes se situaban entre 15.000 y 20.000 recibían una parte proporcional. La desaparición de esta deducción supondrá para el Gobierno que dirige Martin Garitano un ahorro de 33,7 millones, más de un tercio del ahorro total previsto.

También afectará a los contribuyentes más desprotegidos la desaparición de la deducción del 1% para los parados y pensionistas con una base imponible inferior a 20.000 euros. Una medida que implantó el anterior titular de Hacienda, Pello González (Hamaikabat), para compensar a estos colectivos por los recortes de Zapatero en 2010 y que solo ha durado un año. Con su supresión, la Diputación se ahorrará 2,5 millones.

La recuperación del Impuesto sobre el Patrimonio, que pagan unos 6.000 guipuzcoanos se pagará esta primavera por última vez. Este año ha entrado en vigor el sustitutivo Impuesto sobre la Riqueza y las Grandes Fortunas (IRGF) que se pagará en 2014.