La nueva residencia de Arbes en Irun ya tiene fecha de puesta en funcionamiento. Será en 2026, según ha anunciado este martes la Diputación de Gipuzkoa, que ha informado de la adjudicación de la obra y la gestión de este equipamiento a la entidad Arbesko Egoitza, que tendrá que elaborar el proyecto, construirlo y gestionarlo durante 22 años, según la orden foral aprobada. El presupuesto base de licitación asciende a 260 millones de euros.

Arbesko Egoitza (compuesta por la cooperativa GSR, Krean y Altuna y Uria) cuenta ahora con un plazo de un año para elaborar el proyecto de lo que será la nueva residencia irundarra, según establece la orden foral de la que se ha dado cuenta este martes en el Consejo de Gobierno de la Diputación. Según informa el Ejecutivo foral en una nota, ya que no se ha celebrado la habitual rueda de prensa para dar cuenta de los acuerdos, el de hoy supone dar un paso más en hacer realizar este demandado proyecto cuyo paso previo fue la aprobación en junio del expediente de contratación de la concesión de obras para la redacción del proyecto, dirección facultativa, construcción, equipamiento y explotación del centro de servicio sociales en el barrio de Arbes.

La Diputación aprueba el proyecto del nuevo centro de servicios sociales de Arbes en Irun

Según ha explicado la portavoz foral, Eider Mendoza, a través del comunicado, el contrato adjudicado a Arbesko Egoitza por 263.681.347,65 euros, tendrá una duración máxima de 24 años y seis meses desde su formalización, que tendrá lugar en un plazo máximo de 15 días hábiles. Mendoza también ha querido poner de relieve la "complejidad" del expediente que, "tras meses de intenso trabajo por parte de los técnicos forales, en colaboración con el personal técnico del Ayuntamiento de Irun, ya se ha adjudicado".

“Gipuzkoa está inmersa en la transformación de su modelo de atención y cuidados para las personas mayores, y la residencia Arbes hará una aportación de un grandísimo valor para extender esta apuesta y materializar la transición hacia los cuidados del futuro”, ha recalcado la portavoz foral.

Este proyecto, que sufrió un parón por la pandemia y fue reactivado el pasado junio, supone la construcción de un nuevo centro social en el barrio irundarra de Arbes con 130 plazas residenciales para personas mayores en situación de dependencia, entre las que se incluyen 15 plazas de la unidad psicogeriátrica. La mayoría de los usuarios podrán hacer su vida en habitaciones individuales.

El convenio estipula que el Ayuntamiento de Irun, que cedió los terrenos para su construcción, financiará 54 plazas de apartamentos tutelados. Además, la residencia contará con 30 plazas en un centro de día para mayores dependientes y 26 plazas de apartamentos con apoyo para personas con discapacidad, además de otras 25 en el centro de día para personas con discapacidad.

“En Gipuzkoa, por fortuna, contamos con un modelo de políticas sociales puntero y pionero, basado en la colaboración con el tercer sector social, y queremos aprovechar esa fortaleza para seguir avanzando en la transición al nuevo modelo”, ha señalado Mendoza, para quien la nueva residencia Arbes “será un claro ejemplo de este nuevo modelo de cuidados en el que estamos trabajando”.