Con la colaboración del Ayuntamiento de Irun y el patrocinio de Kutxa Fundazioa, el Museo Romano Oiasso acoge desde el viernes, 15 de diciembre, una instalación fruto de la iniciativa “Historias compartidas”. Se trata de un proyecto de arteterapia en el que han participado personas con algún tipo de discapacidad realizando diversos talleres ligados a los materiales expuestos en Oiasso. Participan en este proyecto los centros de ASPACE de Irun y Bera y las fundaciones Goyeneche y ULIAZPI.

Las personas que se han involucrado en esta iniciativa, acompañadas por sus familiares, han asistido este viernes a la inauguración, en la que han intervenido Sergio Corchón, delegado de Bienestar Social del Ayuntamiento de Irun, María Montero Ríos, arteterapeuta y directora del proyecto, Mar Ample, artista invitada, y Cristina Aguirre, gerente del Museo Romano Oiasso.

Sergio Corchón destacaba que “este proyecto permite acercarnos al mundo de la diversidad funcional y la discapacidad desde el punto de vista del arte y la creación. Es un ejercicio muy interesante que abre la puerta, a estas personas y por supuesto a quienes visitemos esta instalación, a jugar con la imaginación y la creatividad. Todo ello contribuyendo a la inclusión social de las personas que sufren algún tipo de discapacidad”.

En detalle, la instalación, que se puede ver ya en Oiasso en su hall de entrada, surge de un programa de talleres de creación donde las personas participantes han podido experimentar con los materiales que han encontrado en su visita al Museo Romano Oiasso, así como del comentario de las obras expuestas resaltando los valores arqueológicos que tienen que ver con las relaciones humanas, oficios, formas de vida y costumbres. Es un ejercicio para compartir historias utilizando la creación plástica como una experiencia, basada en los planteamientos del arteterapia, que actualiza la historia y la personaliza en cada uno.

El Museo Romano Oiasso muestra cómo en la época romana, Irun era un puerto de mar, “y esa realidad hoy inexistente pensamos que abre una puerta a la imaginación, la sorpresa y la creatividad. Asimismo constituye un estimulo hacia la curiosidad por el pasado y desde otro nivel, un ejemplo del hecho de que las cosas pueden ser diferentes, de lo que ayer fue puede hoy no ser, y a la inversa. Es decir introduce una imagen de posibilidad y cambio”, explican desde el museo.