Más de 30 personas han sido atendidas por el servicio contra la exclusión social

El programa de acompañamiento para evitar la exclusión social ha atendido a más de treinta personas o unidades familiares desde su puesta en marcha. Es el primer dato de un servicio que el área de Bienestar social impulsó a principios de este año y que, tras estos primeros meses de andadura, ha arrojado unos resultados «muy positivos», afirmó el delegado del departamento, Sergio Corchón.

Un equipo de educadores trabaja en coordinación con las trabajadoras sociales del Ayuntamiento para ayudar a los usuarios a «desarrollar sus recursos personales y competencias», con el objetivo de «tener una vida más autónoma y plena». El servicio está dirigido a personas que puedan estar en riesgo de exclusión social. Mila Holgado, responsable de Atención Primaria, concretó que los potenciales usuarios «son personas que se encuentran en una situación difícil o en un momento vital que requiere de un acompañamiento profesional para hacer frente a las dificultades».

Los profesionales que les atienden son esos educadores sociales, que «en algunos casos realizan tareas más instrumentales» para ayudarles. No obstante, Mila Holgado recalcó especialmente «la parte más emocional, de acompañamiento», que permite a los usuarios «saber que cuentan con un profesional que está ahí, al que pueden exponer sus dudas y dificultades y que, de forma inmediata, les va a permitir obtener la ayuda que requieren».

En principio, ese servicio de apoyo se ofrece durante seis meses, pero «por las características de las situaciones ese tiempo inicial puede tener prórrogas. Tenemos que ser flexibles y acomodarnos a las situaciones de los usuarios». Asimismo, la responsable destacó «la agilidad» del recurso: «tenemos que poder proporcionar apoyo de manera inmediata».

Cristina Pérez, trabajadora social que atiende este tipo de casos en el día a día, concretó el funcionamiento del servicio: a los potenciales usuarios, en primer lugar, «se les explica en qué consiste este programa. Si están de acuerdo, se activa el recurso y se pactan los objetivos y las tareas que se quieren trabajar. A partir de ahí, se elabora un documento que se envía a la empresa que nos proporciona el educador» que ofrecerá apoyo a la persona. Una vez la intervención está en marcha, «se mantienen reuniones de coordinación tanto con la empresa como con la persona usuaria, para ver cómo evoluciona el caso». Una vez se consiguen alcanzar esos objetivos acordados con el usuario, «se da por terminada la intervención», si bien «durante un corto espacio de tiempo se mantiene un seguimiento».

Sergio Corchón destacó el carácter «innovador» del programa. «Existen muy pocos ayuntamientos de Euskadi» que cuenten con un servicio de estas características. El presupuesto del mismo es de 93.000 euros. Igualmente, Mila Holgado indicó que en estos momentos «no hay lista de espera» para dicho programa, «atendemos a todas las personas que requieren del servicio».