Diputación abre en Emaús su centro comarcal diurno para personas en exclusión

La Diputación Foral de Gipuzkoa abrió el pasado 10 de octubre en Irun su centro diurno de atención a personas en exclusión o riesgo de exclusión, el primero en la comarca y cuyas 10 plazas se suman a las 119 que ya existían en otras zonas del territorio. El centro, gestionado por Emaús, se encuentra en «el principal centro de inserción que esta empresa del tercer sector tiene en el territorio, con 25 trabajadores», destacó Markel Olano, el diputado general de Gipuzkoa, que ayer visitó estas instalaciones con la responsable de Políticas Sociales, Maite Peña.

Olano apuntó que este nuevo centro contó con 23.500 euros de la partida foral de «cerca de 3 millones anuales para mejorar y reforzar las infraestructuras para atender las necesidades sociales». Valoró también que su ubicación, «en mitad de un centro de inserción laboral como éste», encaja perfectamente con el plan foral Elkar-Ekin, «cuyo objetivo es que el empleo sea la herramienta fundamental para la inclusión social y en ese camino seguimos dando pasos». Matizó que para cubrir todas las situaciones «se utilizan diferentes estrategias, todas con el objetivo de que en Gipuzkoa nadie quede al margen y que el territorio tenga la capacidad de incorporar a esas personas a la sociedad para que tengan una vida digna.

El acceso a las plazas de este nuevo centro diurno de atención se produce a través de los servicios sociales municipales de la comarca y de la propia Diputación. «La entrada primera es por los servicios sociales municipales cuya trabajadora social, si lo considera oportuno, hace la solicitud del recurso para una persona. Luego son los servicios sociales de la Diputación los que hacen su valoración y determinan la idoneidad de este u otro recurso de la red secundaria», explicó la responsable de Emaús en Irun, Iune Polo.

Los procesos de las personas que llegan al centro «se plantean como de medio-largo plazo», en función de la situación particular. El itinerario que sigue cada persona en este recurso también varía en función de las necesidades propias. «El centro abre de 9.00 a 15.30 y lo primero que se hace es tomar un café y un desayuno y luego quien quiera, se da una ducha o pone una lavadora, porque 6 de las 10 personas que vienen están en situación de calle», explicó Polo, «aunque en algunos periodos duermen en el centro nocturno municipal».

Para el resto de la jornada se programan actividades «de grupo o también en los talleres». La idea es realizar algunas también «fuera, en la comunidad que nos rodea, que es lo que posibilita una verdadera inserción social», pero de momento, «estamos trabajando en crear grupo». Algunas personas tendrán en este servicio la posibilidad de formarse para iniciar un «itinerario de activación laboral. Otras aún no están en disposición de algo así y tienen otras necesidades que intentamos atender».