La Hacienda de Gipuzkoa ingresó en la pasada campaña de la Renta 11,1 millones más de lo previsto, y otros 6,5 más de lo presupuestado en la de Patrimonio -una de las novedades rescatadas para este año-, lo que ofrece un cierre de campaña con un saldo 'extra para la Diputación de 17,6 millones de euros. Las previsiones cifraban en 351 millones el total de devoluciones por declaraciones negativas, pero se devolvieron realmente 341,9 millones (9,1 millones menos), a una media de 1.100 euros por contribuyente. Del otro lado, las declaraciones positivas permitieron a Hacienda recuperar 133,1 millones, 2,1 más de los presupuestados, a una media de 1.615 euros por persona o empresa.

Durante la campaña, que se celebró del 17 de abril al 25 de junio, se tramitaron un total de 393.405 declaraciones. 310.977 a devolver (el 79%) y 82.428 a pagar (el 21%). De ellas, 201.396 fueron fruto de las propuestas de autoliquidación remitidas a los contribuyentes, un dato muy superior a las estimaciones previas (195.000) y que marca un nuevo récord al haber sido aceptadas por el 87% de los contribuyentes.

Los datos fueron presentados ayer por la diputada foral de Hacienda y Finanzas de Gipuzkoa, Helena Franco, y el director del departamento, Xabier Olano, que calificaron de «notable éxito» la campaña del pasado ejercicio, ya que se cerró con un saldo «mejor de lo previsto». Olano consideró «plenamente satisfactorio» el comportamiento de los contribuyentes guipuzcoanos en esta Campaña de la Renta y Patrimonio, ya que más de la mitad de los guipuzcoanos la hicieron.

A través del Impuesto sobre el Patrimonio, Hacienda recaudó 35,5 millones, dato que supera en 6,5 millones los 29 millones que esperaba obtener.

Los ingresos son inferiores a los 45 millones recaudados en 2008, último año en el que se aplicó este impuesto en el territorio. Pero la comparativa no es homogénea, ya que se ha reducido el número de declarantes de este tributo. En la campaña recién finalizada estaban obligados a declarar los contribuyentes con un patrimonio superior a 700.000 euros, frente a los 204.000 de hace cautro años. También se ha ampliado la exención sobre el valor de la vivienda habitual (pasando de los 200.000 de 2008 a los 300.000 euros), y la exención de 61.302 euros por inmueble urbano. A consecuencia de esas modificaciones, 5.799 guipuzcoanos han tenido que hacer frente a este impuesto, frente a los 14.519 que lo hicieron en 2008.

Franco aseguró que la recaudación de este gravamen permitirá a la institución foral contar con unos «recursos adicionales» aplicando, además, «criterios de justicia» al exigir «una contribución mayor a quienes pueden hacerla». También subrayó que «cuando el resto de administraciones titubeaban sobre la oportunidad de recuperarlo, Gipuzkoa fue el primero en lanzarse» y ello «arrastró a las otras dos diputaciones forales», la vizcaína y la alavesa.

La diputada foral anunció que el próximo septiembre la Diputación guipuzcoana presentará los detalles del nuevo impuesto sobre grandes fortunas en el que viene trabajando y que tiene como objetivo que «se tribute en función de la riqueza real de las personas».