Noticia publicada en Diario Vasco,el domingo día 29 de Diciembre de 2019.

«Despedimos un año que ha sido complicado en lo político y que ha generado una inestabilidad en el funcionamiento del Ayuntamiento que se ha visto reflejada en el día a día de la ciudad.

La poca seguridad que se percibe en la calle -con una Policía Local bajo mínimos-, o la precariedad del comercio, agravada por una movilidad urbana poco amiga de los visitantes, sin olvidarnos de la amenaza del proyecto de Zaldunborda, son algunos de los síntomas de esta debilidad.

Pero también este 2019 nos deja motivos para el optimismo si el Gobierno municipal mantiene su actitud receptiva a ciertos planteamientos. Valgan como ejemplos el referido a tener en cuenta la renta familiar en función del número de miembros a la hora de acceder a las ayudas públicas o aquellos que fueron aceptados en el pasado 'pleno de tasas' y que ya van a suponer un ahorro real para muchas familias a la hora de afrontar el pago del IBI o de la viñeta del coche. Asimismo el destino que se dé al espacio hasta ahora ocupado por las vías de Renfe, va a suponer una gran oportunidad y una ventana para el Irun del siglo XXII».