Ocho mujeres para definir Irun

La historia ha sido siempre muy injusta a la hora de reconocer la labor de las mujeres en el desarrollo de la humanidad; en Parean Elkartea, asociación irundarra que busca la igualdad entre hombres y mujeres, lo tienen muy claro. Incluso en la historia de su propia ciudad, Irun, enormemente marcada por el tránsito de sus ciudadanos desde la llegada del ferrocarril y debido a la importancia que la Aduana tuvo durante largo tiempo, las mujeres migrantes nunca han tenido demasiado protagonismo. Al menos, hasta ahora.

Con el ánimo de dar a conocer nuevas perspectivas, Parean Elkartea está preparando una muestra titulada Emakume migratzaile(ak) artean que recoge las historias personales de ocho mujeres residentes en Irun con orígenes muy diversos. Así, el proyecto incluye las vivencias de Feliciana, que dejó Cáceres con 23 años y llegó a Irun "negra como la noche por el vapor del tren", como explican desde Parean. La exposición también cuenta la historia de Raquel, que abandonó Nicaragua huyendo de un matrimonio complicado para sacar adelante a sus dos hijos.

Los relatos de vida de hasta otras seis mujeres completan una narración conjunta que busca, en el fondo, "hacer ver que tras los distintos tonos de piel o las diferencias culturales, se esconde el mismo deseo de sobrevivir y optar a una vida mejor", como explican desde la asociación. Así, el objetivo de la muestra no es otro que reconocer la valiosa labor que las mujeres desempeñan en la sociedad en general y en la irundarra en particular; una labor invisibilizada en gran medida durante demasiado tiempo.

La muestra se podrá ver del 17 al 30 de enero en el vestíbulo del Espacio Palmera Montero, con entrada libre para todo aquel interesado. Además, el mismo día 17, a las 19.00 horas, se celebrará un acto de inauguración de la muestra en el que participarán las mujeres protagonistas, el fotógrafo Gari Garaialde, así como los bertsolaris de Irunabar.

Desde Parean Elkartea esperan que esta acción y otras similares "hagan de palanca para que las vivencias de las mujeres, y de las mujeres migrantes en particular, salten a las páginas de la historia" de Irun, de forma que, poco a poco, vayan recibiendo "el reconocimiento social que se merecen".