«Ante la alianza de PSE, Elkarrekin Podemos-IU y EH Bildu, el PNV es la única alternativa a Santano»

El portavoz de EAJ-PNV, Xabier Iridoy, anunció ayer que pese a que su grupo se abstuvo en la votación del presupuesto municipal, considera que éste «no responde a las necesidades inminentes de Irun» y que echa de menos «propuestas en temas como el aparcamiento, la inmigración, la situación de los mayores, la movilidad», incluso «la reactivación de proyectos que están en letargo».

El edil jeltzale incidió en que tras esta aprobación presupuestaria «parece ser que emerge en Irun una nueva alianza integrada por PSE, Elkarrekin Podemos-IU y EH Bildu. Ante esa nueva situación, nosotros seguiremos defendiendo los intereses de toda la ciudadanía irundarra desde una oposición constructiva y alternativa al alcalde Santano», afirmó Iridoy. «Tenemos planteamientos, tenemos proyectos, tenemos ilusión y somos el único proyecto alternativo viable al agotado proyecto político del PSE en Irun».

Desde la ruptura de la coalición de Gobierno local que en el mandato anterior ensayaron ambas formaciones, la relación política, «que no personal», matizó Iridoy, «al menos por mi parte», está deteriorada y no mejora. El portavoz jeltzale volvió a insistir en que Santano no ha respetado el pacto que los dos partidos tienen en Gipuzkoa y «se saltó la obligación de negociar primero con el PNV». Atendiendo a ese pacto, explicó, «el 3 enero presentamos una propuesta que bajaba de 2,4 millones a 800.000 euros la cuantía de nuestras enmiendas al presupuesto. Una propuesta razonable y asumible», valoró. Sobre esa base se negoció hasta el 17 de enero. «Pero lo que ese día era un sí del Gobierno, el día 20 fue un no porque llegaron a un acuerdo con otros dos grupos». El Gobierno dijo públicamente que mantenía su oferta al PNV, pero Iridoy expresó ayer que «el suelo eran los 800.000 que propusimos, no los 650.000 que nos planteaba el PSE». Menos aceptables aún cuando la cuantía final en enmiendas, sin contar los algo más de 100.000 euros que se aprobaron al grupo jeltzale, superaban los 1,7 millones.

Ante las insinuaciones socialistas de que en Irun el PNV no estaba respetando el pacto desde julio, Iridoy alegó que «si Santano creía de verdad que era así, debió haber acudido a la ejecutiva de su partido en Gipuzkoa para que convocara la Mesa de Seguimiento. ¿Por qué no lo hizo?». Contó que si su grupo votó en contra de la estructura del Ayuntamiento, de una modificación de créditos y de los impuestos y tasas, cuando, según el acuerdo marco, debía facilitarlos, fue «porque el PSE ignoró nuestras propuestas en todos los casos y favoreció a Bildu y Elkarrekin. Han creado un trampantojo, una estrategia bien armada para hacer ver una realidad que no existe». Admitió que el 2 diciembre afirmó que el pacto PNV-PSE no les ataba en Irun y que lo hizo «por todo esto que venía sucediendo».

A la «desconfianza» que Iridoy reconoce que existe entre las dos formaciones, sumó argumentos recientes como que, al contrario de lo afirmado por el delegado de Hacienda, nunca pretendió el PNV «excluir a otros grupos de negociaciones o acuerdos» o que el compromiso del alcalde de incluir en el presupuesto una partida para realizar este año un estudio global sobr el conjunto de los suelos afectados por la operación Via Irun «finalmente no se ha materializado; el Gobierno no ha incluido esa partida. Santano no es fiable».