El proyecto de Gazteluzahar está en camino

El ayuntamiento de Irun rehabilitará en entorno de las ruinas de forma no intrusiva para ensalzar su relevancia

A pesar de la cercanía de Irun con la frontera francesa y, por tanto, de su importancia como punto estratégico frente a invasiones, en la ciudad no quedan a día de hoy más de una decena de edificaciones de más de dos siglos, entre las que se encuentran la casa consistorial y la parroquia del Juncal, ni restos de construcciones medievales. El motivo de ello es que, en tiempos de los Reyes Católicos, se prohibió construir edificios en piedra en el municipio para favorecer el desarrollo de la localidad vecina de Hondarribia, que ya era entonces una plaza fortificada de mucha mayor importancia militar.

Una de las pocas estructuras que, aunque sea a duras penas, han resistido al paso del tiempo son las ruinas de Gazteluzahar, un pequeño castillo de planta triangular construido en 1515 por orden de Fernando el Católico en una colina sobre el barrio de Behobia, a unos 41 metros de altitud, desde la que se vislumbra a la perfección el punto en el que es más fácil cruzar el Bidasoa entre Hendaia e Irun.

A principios de semana, la delegada de Obras del Ayuntamiento, Cristina Laborda, y la directora del área, Ana Baena, visitaron las ruinas de Gazteluzahar para anunciar que el Consistorio va a proceder a realizar una actuación de conservación que ya se encuentra presupuestada, con una partida de 700.000 euros, en las cuentas municipales de este 2021. "Estamos ante un bien catalogado, por lo que la intervención que nos marca la ley es de preservación del patrimonio, sin una gran intervención que vaya más allá del mantenimiento de las ruinas existentes y de mejorar la accesibilidad a las mismas", explicó la delegada.

En detalle, el proyecto prevé la limpieza de los restos con métodos manuales, mediante el uso de espátulas, paletas y también herbicidas especiales para eliminar la vegetación que ha crecido entre las piedras. Asimismo, se desbrozará el terreno con control arqueológico y, posteriormente, se ejecutará un recorrido pavimentado por el interior y el exterior de las ruinas, que irá acompañado de un pequeño mirador hacia el Bidasoa en la zona norte del conjunto. También se realizarán trabajos de iluminación en el entorno.

En cuanto a la financiación, el Ministerio de Fomento concedió provisionalmente en diciembre una subvención del 50% al proyecto. Para la concesión definitiva, el Ayuntamiento debe de presentar el proyecto de ejecución, que está a la espera del visto bueno de la Diputación.