El rejuvenecimiento de Emigración llega con la promesa de más cambios en San Miguel

La cesión gratuita del edificio de Emigración por parte del Estado en favor del Ayuntamiento de Irun llegó hace poco menos de dos años con la condición de que la institución local asumiera la rehabilitación de la fachada y la cubierta del inmueble, que llevaban años en estado de alta degradación. Este espacio, construido en los sesenta con ambición arquitectónica a las órdenes de Alejandro de la Sota, llevaba años escondido tras lonas verdes entristeciendo sus alrededores.

La obra comprometida por el consistorio está ya a punto de acabar «y los propios vecinos nos están diciendo que el edificio de Emigración ha vuelto a aparecer», contaba ayer el alcalde, José Antonio Santano, en una visita para comprobar el desarrollo de los trabajos. «Ahora el edificio se parece más al que yo recuerdo de cuando era niño» , comentó el primer edil.

«Se ha renovado la parte de la cubierta que hasta ahora no se había tocado y en la fachada se ha picado toda la baldosa y se ha colocado nueva», explicaba la directora del área de Obras, Ana Baena. «Hemos respetado la estética original», tanto en las baldosas y su color como en el blanco para bajantes, carpinterías y remates de ventanas y tejado. «Es un edificio con valor arquitectónico y protegido por el Plan General».

Llegarán más actuaciones

En cuestión de semanas terminará esta primera obra, de rehabilitación exterior, y antes de que acabe el año está previsto sacar a concurso la siguiente. Con la segunda se habilitarán 500 m2 del bajo como local de uso vecinal (en el futuro, si Lanbide se trasladara, podrían sumarse 700 m2 más). Un proceso de participación «ha apuntado los usos que los vecinos quieren que se incorporen», detalló la delegada de Participación y Barrios, Mónica Martínez. Según destacó la presidenta de la AVV de San Miguel, María José Barral, «es muy necesario un espacio así. Hasta ahora, si queríamos hacer una reunión un poco grande, teníamos que pedir el salón de actos del Colegio San Vicente de Paúl», puso como ejemplo.

Atendiendo a las aportaciones vecinales se redactará el proyecto de ese nuevo equipamiento para el barrio. «Mientras se desarrollaba el proceso de participación ya hemos ido preparando el contrato para la redacción», informó la delegada de Obras Cristina Laborda.

El proyecto resultante no sólo definirá el nuevo espacio y sus usos, también dibujará una nueva solución para la zona ajardinada de la entrada del edificio que, como apuntó Santano, «ahora lo que hace es dejarlo fuera de la vista de los ciudadanos». Según señaló Laborda, se van a estudiar también modificaciones en las calles del entorno del edificio. «Entendemos que debe haber un proyecto para el interior y un proyecto de urbanización que deben ir a la par».