Noticia publicada en Diario Vasco,el martes día 11 de Enero de 2022.

Tanto los datos del caudal en el Bidasoa como las previsiones de lluvia y la altura estimada de la pleamar invitaban al optimismo en cuanto a la situación del río Bidasoa a su paso por Irun y, de manera especial, a la altura de Behobia. Durante el día, la altura que alcanzó el caudal fue de 5,13 metros, aún lejos de los 5,80 a partir de los cuales se empiezan a avecinar problemas. Sin embargo, por precaución, se activó un retén de agentes de Policía Local y voluntarios de Protección Civil y se colocó la primera de las barreras anti inundación, en el punto más bajo desde el que el río puede entrar al barrio, entre el cuerpo de guardia y el antiguo trinkete.

La pleamar, cerca de la medianoche, no se esperaba especialmente alta y la previsión meteorológica apuntaba que la lluvia no incrementaría su intensidad, por lo que no se esperaban problemas y se optó por no activar el protocolo anti inundación. A pesar de todo ello, el Ayuntamiento confirmó que mantendría el retén toda la noche. «No vamos a bajar la guardia y vamos a seguir pendientes de la evolución del río, vigilantes ante cualquier cambio que se pueda producir en la situación o en las previsiones», informaron desde el consistorio.

Aunque el barrio de Behobia parecía libre de problemas, en la zona de Lastaola, en el barrio de Bidasoa, sí se produjeron ayer algunos desbordamientos puntuales que afectaron a zonas de campa de la ribera del río, pero que, según indicaron desde el Ayuntamiento, no llegaron a ningún caserío ni vivienda.