El Gobierno local aprueba el proyecto de la calle Ermita y saca las obras a concurso

La Junta de Gobierno Local ha dado el visto bueno definitivo al proyecto para reurbanizar la calle Ermita, en la Parte Vieja de Irun, en el tramo comprendido entre la ermita de Santa Elena y la fuente homónima, a la altura del puente sobre el canal. Será una obra de seis meses con un presupuesto máximo de 733.000 euros que, apurando los plazos, podría comenzar este mismo año o a comienzos del próximo.

Se elaboró un primer borrador de actuación que se contrastó con el vecindario del barrio en un proceso que dio lugar a algunas mejoras y correcciones. Se trata de una calle complicada porque tiene accesos a portales y garajes, cuenta con un arbolado preexistente de valor paisajístico y está limitada por el canal, a un lado, y por el camino rural que comienza al fondo de la misma.

Por todo, se debe mantener al menos en buena parte un acceso rodado de doble dirección, al tiempo que se garantiza plena accesibilidad peatonal a los portales, a la Ermita-Museo y a la fuente histórica. Así, se plantea un parterre continuo junto al muro que da al canal que una los árboles existentes en una franja verde que los proteja de la circulación y en la que se alternen bancos para sentarse a su sombra. El espacio restante, de un mínimo de cuatro metros, se destinará a zona de coexistencia de vehículos y peatones. En la zona más ancha, a la entrada de la calle, sí se protegerá una franja peatonal y se reservará una zona ajardinada.

Miguel Angel Páez, alcalde en funciones, aseguraba que «la renovación de esta calle es esperada e importante. Se trata de una calle con gran significado histórico y que forma parte del núcleo histórico de Irun, tal y como recoge el Plan General de la ciudad. Es una de las calles emblemáticas de nuestra Parte Vieja».

Desde el Consistorio incidían en el valor histórico de la calle Ermita en la que se encuentra la edificación medieval que le da nombre y que hoy alberga un museo con las ruinas de un templo romano del siglo I. También están el molino Errotaberria (siglo XVI), catalogado como bien cultural del patrimonio arqueológico y hoy en día convertido en vivienda, y la fuente de Santa Elena, de estilo barroco (siglo XVII), a la entrada del tramo que se va a remozar, y que forma parte del conjunto monumental del Camino de Santiago.

El Gobierno cuenta con que la reurbanización prevista sirva para la integración de esta calle en el casco histórico de la ciudad para que reciba la atención que merece por su historia y su patrimonio monumental. Por eso, además de incluir líneas de urbanización como la de reforzar el tránsito peatonal, renovar servicios e infraestructuras, incorporar nuevas zonas ajardinadas y actuar con criterios de perspectiva de género, el proyecto de la calle Ermita incorpora medidas para realzar su monumentalidad mediante los acabados, el alumbrado y una configuración espacial que permita una adecuada visibilidad. El objetivo es «adecuarla a la importancia que debe tener en el entremado urbano» de la Parte Vieja.