Con el fin de hacer de Gipuzkoa “un territorio de referencia en el ámbito del envejecimiento y los cuidados”, la Diputación Foral de Gipuzkoa se afana por impulsar un nuevo modelo de cuidados que se extiende no solo a los nuevos recursos, sino también a los ya existentes. De hecho, en palabras de la diputada foral de Cuidados y Políticas Sociales, Maite Peña, “el objetivo es adecuar al nuevo modelo las 5.000 plazas residenciales que disponemos en Gipuzkoa”. Una tarea ardua y compleja, pero que ya está dando sus frutos. En la comarca de Bidasoa, por ejemplo, ya se han adecuado las residencias San Gabriel, en Hondarribia, y Egiluze, en Irun. Además, ya se están dando pasos para la construcción de residencia Arbes en Irun.
En la comarca de Bidasoa encontramos importantes proyectos vinculados con el nuevo modelo de cuidados que está impulsado la Diputación, entre los que destaca la nueva residencia Arbes de Irun.
Arbes es uno de los proyectos tractores de esta legislatura, en el que llevamos trabajando en ello desde la pasada legislatura, y va a constituir uno de los principales exponentes del nuevo modelo de cuidados que promovemos desde la Diputación. El objetivo es transicionar en Gipuzkoa hacia un nuevo modelo basado en la personalización de los servicios, de manera que la persona se ponga en el centro, en el apego con la comunidad, y también en la participación de las personas usuarias, o en la innovación, entre otros aspectos. Arbes, además, es un claro ejemplo de una estrategia que se extiende a todos los ámbitos sociales, como la desprotección de menores, las personas con discapacidad o las personas mayores. Y es que, precisamente, en este centro residencial van a convivir personas de diferentes perfiles, concretamente, personas mayores y personas con discapacidad, algo que nos aporta riqueza y demuestra una vez más que Gipuzkoa cuenta con un modelo de colaboración pionero y puntero, basado en la colaboración entre todos los agentes que conforman el ecosistema de los cuidados.
El objetivo del nuevo modelo es ofrecer a las personas todos los apoyos que necesiten, en el momento en el que lo necesiten, y a lo largo de su vida”
¿En qué punto se encuentra la construcción de este centro residencial?
Estamos realizando las gestiones para aprobar en el Consejo de Gobierno el proyecto que dará inicio a las obras. Llevamos ya mucho tiempo trabajando conjuntamente con el Ayuntamiento de Irun, porque en este centro va a haber recursos que van a dar respuesta a las necesidades de las personas que se encuentran en diferentes momentos y situaciones. Habrá apartamentos tutelados de competencia municipal, con 50 plazas; un centro de día para personas mayores, con 30 plazas; así como un centro residencial para personas mayores con seis unidades convivenciales, con 130 plazas. Además, como decía, también habrá recursos para personas con discapacidad: un recurso residencial con 26 plazas en dos unidades convivenciales, y un centro de día con 25 plazas. Todo ello, con una clara vocación comunitaria. Las residencias son el hogar de las personas y por ello queremos que haya una interacción importante con la vida comunitaria, en este caso, con la vida del barrio de Arbes. Es un proyecto que representa muy bien el nuevo modelo de cuidados de Gipuzkoa. Decir que en Irun tenemos otros recursos también que ya están en marcha bajo el paraguas de dicho nuevo modelo.
Se refiere a la nueva residencia Egiluze de Irun, que ya ha abierto sus puertas, renovada y con nuevos servicios.
Egiluze es un buen ejemplo de lo comentado, que ya pusimos en marcha en la legislatura pasada, y que combina los recursos de apoyo para personas con discapacidad y personas con enfermedad mental. Tenemos 48 plazas en residencial, y 15 plazas en centro de día para personas que padecen daño cerebral. Se trata de un recurso pionero en Gipuzkoa, y la experiencia está resultando muy interesante.
Este recurso trata de garantizar que las personas con discapacidad y enfermedad mental puedan llevar una vida lo más autónoma posible, ¿no es así?
Lo que pretendemos con el nuevo modelo de cuidados es ofrecer a las personas todos los apoyos que necesiten, en el momento en el que lo necesiten, y a lo largo de su vida. Y es que los apoyos que requieren las personas son diferentes en función de la situación contextual en la que se encuentren. Todo ello con el objetivo de que puedan llevar una vida con la mejor calidad posible. Desde Diputación, estamos evaluando cómo impactan los apoyos y los recursos que ponemos en marcha en la mejora de la calidad de vida de las personas, y cómo pueden llevar su proyecto vital a cabo y de la manera más plena posible, estén en la situación de depencia o discapacidad que estén, y respondiendo a lo que ellos y ellas quieren, para que no pierdan su dignidad y no renuncien a la calidad de vida. En ese sentido, estamos haciendo una apuesta muy importante por fomentar los apoyos en el domicilio, porque lo que nos dicen las personas es que quieren ser cuidadas en su casa. Cuando deciden ir a un centro residencial apostamos por un modelo personalizado, basado en unidades convivenciales pequeñas, con espacios para la convivencia y el encuentro, pero también con habitaciones individuales, para promover la intimidad, y una vinculación muy importante con la comunidad, porque todo lo que supone aislamiento, lo descartamos de los planes de vida de las personas. Estamos trabajando de manera más visible en los nuevos recursos que se proyectan, pero también en los que ya existen; no nos olvidemos de que Gipuzkoa tiene un sistema muy amplio, que tiene que evolucionar y adaptarse a este nuevo modelo.
Se refiere, por ejemplo, al centro residencial San Gabriel de Hondarribia.
Es una residencia que cuenta con 55 plazas en tres plantas y ya se han llevado a cabo las obras para adecuar una de las unidades de la misma, con espacios para compartir, pero también con espacios donde se priorice la privacidad, con habitaciones individuales con baño incorporado. Pero este no es un caso aislado, y es que ya lo hemos hecho en Hondarribia, Donostia (Zorroaga), Azkoitia, Tolosa, Oñati, Arrasate, etc. El objetivo es adecuar las 5.000 plazas residenciales que disponemos en Gipuzkoa.