El mercadillo de Navidad instalado por la ONG Denok Osasunaren Alde (DOA) en un local del paseo de Colón cerró sus puertas el pasado sábado, tras dos semanas de apertura al público. La recaudación total ha ascendido a 10.000 euros, una cantidad con la que los organizadores de la iniciativa se muestran satisfechos, «aunque no ha superado la de años anteriores», comentó Mari Mar Sola.
Los responsables de la ONG quisieron expresar, en primer lugar, su agradecimiento «a la ciudadanía de la comarca, que ha colaborado muchísimo, trayendo cantidad de artículos y viniendo a comprar. También queremos dar las gracias a la inmobiliaria Servos, que nos prestó el local, a la asociación Mugan y a todos los establecimientos comerciales y voluntarios que han colaborado con nosotros».
La afluencia de clientes al mercadillo de Navidad de DOA ha descendido ligeramente este año, «quizá porque hay otros establecimientos que ofrecen artículos a precios bajos. Hemos notado, especialmente, un descenso de personas extranjeras, que en años anteriores acostumbraban a visitar el mercadillo y hemos pensado que quizá algunas de ellas hayan regresado a sus países. A pesar de todo estamos satisfechos con el dinero recaudado y agradecemos mucho la solidaridad de toda la gente que se ha acercado a entregar objetos o a comprarlos».
El objetivo del mercadillo de DOA para este año era recaudar fondos para un proyecto educativo para el desarrollo en la Amazonía boliviana. Se trata de un proyecto a largo plazo, que consiste en la integración de niños y niñas con dependencia física o psíquica en las escuelas ordinarias. «Es un proyecto que necesita tiempo y que precisa de una inversión importante», añadió Mari Mar Sola. «Son niños y niñas con necesidades especiales, para los que DOA quiere crear un sistema de becas, con el que se puedan integrar en las escuelas ordinarias. No hay centros especiales para ellos y el propósito del proyecto es ofrecerles una ayuda especial en los centros ordinarios».
Reparto de artículos
Los artículos que no pudieron venderse durante los días de mercadillo no se han desechado, sino que se aprovecharán para diferentes fines. «Estuvimos recogiendo artículos hasta el mismo día 5 de enero, por lo que ha habido muchas cosas que se han quedado sin vender. Algunos de los objetos no vendidos los hemos guardado para el próximo mercadillo de Navidad y otros los hemos llevado a Emaús. Por otra parte, la mayoría de los libros que no hemos podido vender, han ido a parar a bibliotecas de barrio».
