«Tener un hijo se percibe como algo de gran dificultad... Yo no lo veo así»

El Centro Cultural Amaia acogió el martes la conferencia 'Padres y madres hoy: claves actuales de la educación', a cargo de Javier Urra. Doctor en Psicología Clínica y forense y psicólogo en excedencia voluntaria de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia y de los Juzgados de Menores de Madrid, Urra fue también el primer Defensor del Menor, entre los años 1996 y 2001. Su conferencia estaba enmarcada en el XX aniversario del programa de apoyo a padres y madres Gurasoekin, que organiza el Ayuntamiento.

El delegado de Juventud, Educación y Valores, Fernando San Martín; y Gema Campo, psicóloga de Gurasoekin, presentaron a Javier Urra ante los cientos de personas que acudieron a escuchar la conferencia. El psicólogo comenzó su intervención señalando el «interés por problematizar la sociedad», citando, como ejemplo, los casos de algunos niños a los que se les diagnostica un trastorno de déficit de atención e hiperactividad. Ante eso, «es esencial la capacidad crítica».

«Yo fui un niño de campamentos», afirmó Urra, que tomó como base esta experiencia para incidir en una serie de valores «que se deben transmitir a nuestros hijos: el contacto con la naturaleza, la práctica del deporte... Y compartir, que es esencial. Cuanto más compartes, más feliz eres. ¿Quién va a cenar mejor hoy en Irun? El que esté mejor acompañado, sin duda». El psicólogo destacó también la necesidad de «educar a los niños en el compromiso, en sentirse concernidos y ser realmente solidarios hacia el resto de la sociedad».

Sin embargo, «vivimos en una sociedad acojonada», subrayó Javier Urra, «en la que a un profesor le da miedo llevarse a un chaval de excursión, por si se cae, se rompe la muñeca y su padre le denuncia. ¿Cuál es uno de los gravísimos problemas de los padres y madres actuales? Que quieren que sus hijos sean felices, pero eso no lo van a conseguir. Porque este viernes, quizá, sus hijos quieran salir con sus amigos y el grupo no quiera salir con su hijo. El día de mañana querrá a una persona, y esa otra persona no le va a querer». De ahí la necesidad de educar también «en la duda, la incertidumbre y la ruptura».

«La violencia es terrible. Es esencial educar a los niños en la ternura y el afecto». Y, en este sentido, Javier Urra recordó que «los varones tienen que entender que la sensibilidad es algo que también va con ellos. Dije una vez que hay que feminizar la sociedad, entendiéndolo como tener una mayor sensibilidad. Ése es el antídoto contra la violencia, el ponerte en el lugar del otro». Urra destacó asimismo la necesidad de «sentirse útil. Estamos haciendo jóvenes que son como el cristal: duros, pero frágiles».

El psicólogo señaló que «no se está priorizando correctamente. Se le da valor y trascendencia a pequeñas cosas... Hay gente que ve un semáforo en rojo y se cabrea, y como el siguiente también esté en rojo se creen que el mundo está contra ellos. Hay gente que va por la vida seria en todo momento, porque creen que eso les da trascendencia... Les das la vuelta y no cae ni media idea. Un tipo que no se ríe es patético. La gente se toma demasiado en serio a sí misma. ¡Relativicen! Pongan las incertidumbres de sus hijos y las suyas con un interrogante». En este sentido, Javier Urra se refirió al pensamiento negativo: «que tú estés mal hace que el otro esté mal. El tener una vivencia negativa de las intenciones ajenas es peligrosísimo. La mayoría de la gente es maja, la mayoría del a gente es sana».

El psicólogo se refirió asimismo a valores «esenciales» en la educación y en la vida, como «el sentido del deber» y «el perdón. Hay gente que no ha perdonado cosas de su infancia y las arrastra toda la vida, hay gente que no se deja perdonar... El perdón es esencial y terapéutico».

Javier Urra incidió también en las nuevas tecnologías, cuyo uso indebido preocupa a muchos padres: «hay que transmitir a los jóvenes que ese afán por descubrir y dar a conocer las intimidades nos hace más vulnerables. Mantener la intimidad es esencial».

«Hoy, tener un hijo se percibe como una oposición, como algo de gran dificultad. Yo no lo veo así. ¿Las claves de la educación? Un bacalao al pil pil no se puede hacer al microondas. Requiere tiempo, constancia, calor, seguridad... Eso es la educación», afirmó Javier Urra.