Confianza perdida

:: txeska. Un político puede equivocarse alguna vez, se le perdona, pero no puede mentir porque eso no se perdona. No decir toda la verdad es igual que mentir y si hay ocultación hay también voluntad de engañar. Digo esto, al hilo de las manifestaciones que sobre Ficoba, están apareciendo. La prometida claridad en la gestión, no significa ser claro solo en ocasiones, hay que serlo siempre. La confianza, si se obtiene, es un bien preciado a conservar y si se pierde ésta, se pierde también la colaboración futura y se abre la puerta a la sospecha permanente. En la vida pública como en la privada, una vez perdida, la confianza es difícil de recuperar. Ficoba necesita replantear cuál puede ser su destino para que sea rentable. Porque, hoy es evidente que está infrautilizada. Maquillar resultados con doble personalidad societaria, no soluciona los problemas que puedan existir. En este momento en que las arcas del ayuntamiento están renqueantes, hay que jerarquizar los gastos según su utilidad pública. Ficoba nos está costando un dinero. Que gestionar opiniones diversas es difícil, está claro que lo es, pero aceptar una responsabilidad directiva implica enfrentarse y resolver estas cuestiones.

La realidad de Ficoba

:: D. Sáenz. ¿Con qué versión de la realidad de Ficoba nos quedamos? ¿Con la que nos da su gerencia o con la que nos da el Sr. Millán, de Izquierda Unida? Mi opinión es que con las dos, porque las dos pueden ser ciertas. Dice el sr. Millán que los datos que dio el gerente son falsos. Él sabrá, pero no tienen por qué serlo. Ninguna empresa cuando da los resultados de explotación de un ejercicio tiene en cuenta las amortizaciones. No dudo de la veracidad de lo que dice el sr. Millán, pero sí pongo en duda su importancia. Ni las mayores empresas del mundo se plantean la amortización de la inversión en tan poco tiempo. No espero lo contrario de una inversión pública. ¿Quiere defender que Ficoba no debió hacerse? Igual tiene razón, pero llega tarde. Esta hecha. Si Ficoba, como Fundación, mantiene resultados positivos de explotación es bueno para todos. Si la información era correcta, lo hizo reduciendo las subvenciones de explotación, es decir, la aportación de dinero público. Sumando el impacto inducido, mi conclusión es que Ficoba está funcionando como lo que tiene que ser: un acicate de la economía local impulsado desde lo público. Cuando hablamos de que las instituciones tienen que hacer algo para generar empleo, ¿no están cosas como ésta dentro de esos deberes? Eso supone una inversión de dinero público. El Sr. Millán preferiría gastarlo en servicios públicos. Es legítimo, muy legítimo. Pero eso no quiere decir que la suya sea la única verdad y que todo lo demás sean falacias.