El Gobierno municipal ha hecho llegar a los grupos municipales su propuesta de 'Código de conducta, buen Gobierno y compromiso por la calidad institucional del Ayuntamiento de Irun'. Un código ético que parte del trabajo desarrollado en Eudel (la asociación de municipios vascos) recogiendo el guante que en este sentido lanzó el Consejo de Europa. Porque los políticos también son conscientes de la creciente desconfianza ciudadana respecto de ellos, de su trabajo y de las instituciones.

«Tenemos que reaccionar ante esa realidad», decía ayer el alcalde José Antonio Santano. Y la idea es empezar a hacerlo desde los Ayuntamientos, «que, quizá por que es la institución más cercana a los ciudadanos, es la que menor desconfianza genera. Queremos demostrar que no hay motivos para la desconfianza, reconociendo que sí, es cierto, hay muchas cosas que se pueden cambiar y mejorar». Irun será uno de los 15 municipios vascos pioneros en la implantación de un código de estas características. «Para eso, vamos a trabajar el documento con todos los grupos municipales, con el objetivo de llevarlo ante el Pleno con el mayor consenso posible y, ojalá, con unanimidad», deseó Santano. «Porque esto debe estar por encima de los colores políticos y afecta no sólo al Gobierno, también a los grupos de la oposición. A todos. Me gustaría que en esto también Irun fuera un ejemplo; un ejemplo de honestidad, de transparencia y de innovación».

El documento que servirá de base para el debate llega a la Junta de Portavoces municipal «con muy pocas» modificaciones respecto al que salió de Eudel.

Explica en su preámbulo la realidad actual de desafección y distanciamiento de los ciudadanos respecto de la política y las instituciones. A partir de ahí, tres grandes bloques desglosan el contenido del código. En el primero, relativo a la conducta para el ejercicio de actividades públicas en el consistorio, se sientan las bases en cuanto a los valores y comportamientos en los que los concejales deben ser ejemplares, así como otras cuestiones sobre la transparencia para facilitar el acceso ciudadano a la información y los deberes y obligaciones de todo cargo electo. En cuanto a esto último, destacan aspectos como la gestión de los conflictos de intereses o de los regalos que pueda recibir un político en virtud de su cargo.

El segundo bloque se refiere a los principios del buen gobierno, superando la obligatoriedad de cumplimiento del marco legislativo. Se trata aquí de cuestiones como velocidad en la respuesta al ciudadano, innovación en la gestión, sensibilidad social, igualdad de género, impulso de la conciencia ciudadana, sostenibilidad en el tiempo de las políticas...

Quedan para el tercer epígrafe las políticas de calidad institucional. En ellas se establecen propuestas para que la escucha al ciudadano sea activa, para que las estrategias adoptadas sean explicadas, para establecer prioridades, para que la política resuelva conflictos y no los provoque, para que el gobierno sea una cuestión abierta a la participación ciudadana. «Se trata con todo esto de recuperar ciertos valores en las instituciones», aseguraba el alcalde. «Creemos que va a ser un documento importante porque va a permitir acabar con muchos mitos que no son ciertos y para eso, el Ayuntamiento va a tener que hacer un gran esfuerzo para dar más información». Entiende Santano que ahí está una de las claves, por que «si das toda la información, se acaba la especulación».