La situación del ocio nocturno en el entorno de la calle Mayor ha venido dando qué hablar desde que hace poco menos de un mes el Ayuntamiento advirtiera a los bares de la zona que iba a vigilar el estricto cumplimiento de las normativas autonómicas y locales. El aviso se extendió en los días posteriores al resto de los establecimientos hosteleros de la ciudad, pero ha sido en ese primer foco donde más impacto ha causado. Ayer, el Partido Popular de Irun quiso dar a conocer una serie de propuestas relativas a este «problema».

«Lo primero», explicó la portavoz popular Juana de Bengoechea, «es tener en cuenta los diversos aspectos que están en juego». Bengoechea se refería a que por un lado «esta es una zona de ocio, un lugar de encuentro. El carácter de una comunidad se define por cómo pasa su ocio, muy diferente aquí, por ejemplo, que como lo hacen nuestros vecinos de Hendaia. Eso es un bien que hay que proteger». La portavoz popular también otorgaba la misma protección «a la economía y el empleo que se genera en esos bares», e igualmente, «a la proyección exterior que supone, que atráe gente de fuera de la ciudad que viene a disfrutar de nuestra propuesta de ocio». En el otro lado de la balanza, Bengoechea quiso advertir que «la ley se tiene que cumplir» y que «la gente tiene que poder descansar en su vivienda y no se puede sentir agredida en su hogar». Subrayó que estas dos últimas cuestiones «tienen más peso».

Ella misma reconoció que conjugar todos estos intereses en una solución práctica y viable «parece imposible». En cualquier caso, y tras haberse reunido con los hosteleros, el PP aboga por que se constituya «una mesa de negociación desde la que afrontar una solución. Ni los vecinos quieren destruir la economía que existe en la zona ni los hosteleros molestar a los vecinos».

También apuntó a una «aplicación paulatina» del cumplimiento de la norma, ya que, aún sin poder definir con nitidez cómo sería ese proceso gradual, estimaba que «todos nos acabamos acostumbrando a todo, pero es más fácil hacerlo poco a poco».

También solicitó cierta «flexibilidad» en la aplicación de las normas en circunstancias especiales, como el día de Santo Tomás, Nochevieja, los días de las fiestas de San Marcial, «porque esta norma es para toda Europa pero cada sitio es diferente».

El PP irunés quiso añadir una última aportación que pedirán al Gobierno que incluya en los próximos presupuestos. Se trata de una línea de subvenciones desde el área de Medioambiente para financiar hasta el 50% del coste de cambiar ventanas corrientes por las de doble cristal, con mejor aislamiento acústico y térmico. Aunque propuso dirigirlo a toda la ciudad con la idea de mejorar la eficiencia energética de las viviendas, reduciendo así su impacto en la emisión de gases nocivos, sugirió priorizar las zonas donde, además, se padecen los ruidos causados por el ocio nocturno. Bengoechea recomendó desarrollar estas ayudas, si es posible, de forma que otorguen mayor porcentaje si se trabaja con empresas de Irun.