Miembros del colectivo Stop Desahucios Bidasoa se concentraron ayer por la mañana frente a la sucursal de Kutxabank del Paseo Colón, en Irun, para anunciar que el colectivo ha logrado paralizar un desalojo en la localidad fronteriza «de forma momentánea». Además, según explicaron Ruth López y Bibi Liras, representantes de la plataforma, el objetivo de la convocatoria fue «denunciar que Kutxabank no está cumpliendo su palabra».
«Ayer tenía que haberse producido el desahucio de Luis Mariano Manterola, vecino de la calle Jesús», explicó Ruth López. Sin embargo, este desalojo no llegó a materializarse «por la acción de Stop Desahucios y porque hemos tocado a las puertas de todos los cerrajeros de Irun, que nos han ofrecido su colaboración para no ir a cambiar la cerradura». Concretamente, el desahucio se ha paralizado «de manera momentánea» porque «la abogada de Stop Desahucios y un inquilino que mora en la vivienda han recurrido el lanzamiento en el Juzgado de Irun».
Dación en pago y alquiler social
La plataforma reiteró a Kutxabank la petición «de que paralice todos los desahucios», y pidió que, «de una vez, se establezca la dación en pago y que se asegure un alquiler social para las personas que no pueden seguir pagando sus hipotecas». Desde Stop Desahucios Bidasoa señalaron que la próxima semana «tenemos planteado convocar una comisión para preguntar al Ayuntamiento de Irun cuál va a ser la postura que va a tomar. Le pediremos responsabilidad respecto a las declaraciones que realizó sobre retirar sus fondos».
La plataforma se refiere a una moción suscrita por todos los concejales de Irun, durante el pleno del pasado mes de noviembre, a través de la cual el Ayuntamiento se comprometió a «retirar sus fondos y dejar de realizar depósitos con aquellas entidades financieras que mantengan procedimientos de ejecución hipotecaria de desahucio de vivienda habitual en la ciudad».
La plataforma instará al Ayuntamiento a que retire sus fondos también de Caixabank, «puesto que el miércoles que viene nos veremos en los juzgados de Irun frente a otra subasta fraudulenta», aseguraron. «Este es el caso de una mujer de 77 años sin familia, que Caixabank pretende desahuciar por un impago de una cantidad pequeña en comparación con el valor del bien a desahuciar», afirmaron.
