El Ayuntamiento de Irun recordará este domingo a las personas fusiladas de Pikoketa en un acto abierto al público que se celebrará en el cementerio de Blaia de la ciudad guipuzcoana, en el 88 aniversario de su muerte.
El reconocimiento público, que se lleva a cabo teniendo en cuenta la Ley 52/2007 de Memoria Histórica, consistirá en un sencillo acto con ofrenda floral sobre el panteón en el que descansan los homenajeados y, posteriormente, un minuto de silencio en recuerdo a todas las víctimas.
Fusilaron a 9 jóvenes
El Consistorio ha recordado que, hace 85 años, las tropas fascistas del Coronel Beorlegui (Subcolumna de Los Arcos) fusilaron a nueve jóvenes voluntarios, entre ellos dos mujeres, y cuatro carabineros en la zona de Pikoketa (Oiartzun).
Aquel 11 de agosto de 1936, una pequeña guarnición de la Juventud Comunista de Irun, junto a varios carabineros, se encontraba apostada en las inmediaciones del caserío de Pikoketa, con armas cortas y una ametralladora. "Los milicianos combatientes allá presentes, tuvieron la desgracia de refugiarse dentro del caserío de Pikoketa, sin casi opción a huir. Solo Patxi Arocena y Alejandro Colina lograron huir, el primero corriendo monte abajo y el segundo, escondiéndose en un matorral próximo al caserío", ha relatado.
Una vez rendida la guarnición de Pikoketa y con las armas depositadas en el suelo, fueron ejecutadas Mertxe López Cotarelo (16 años), Pilar Valles Vicuña (18 años), José María Arruti Idiakez (18 años), Víctor Genua Montiano (25 años), Jesús López Casado (26 años), Agapito Domínguez Taguada (23 años), Bernardo Usabiaga Jauregui (17 años), Manuel Justo Alberdi (22 años), Miguel Jacinto López (49 años), Vicente Argote (46 años), Agustín Miguel Bermejo (39 años), Félix Luz Echeverria (27 años), y Ángel Braña López.
Tareas de recuperación
El Ayuntamiento irundarra ha explicado que en el año 1976, encabezados por Marcelo Usabiaga, hermano del fusilado Bernardo Usabiaga, comenzaron las primeras tareas de recuperación de los restos de los fusilados en Pikoketa. Una vez localizada la fosa donde fueron enterrados, el 28 de julio de 1978 se realizó la exhumación de los restos.
El día 2 de agosto se realizó un homenaje en la parroquia y, posteriormente, se trasladaron al cementerio de Blaia, donde los fusilados descansarían en un panteón cedido por el Consistorio. Desde entonces, todos los años se realizan varios homenajes (en verano y en otoño), tanto en el cementerio como en Pikoketa.