La decoración navideña ha dado paso a los grandes carteles que anuncian descuentos del 50, 60 y hasta el 70%. Las rebajas ya han comenzado, también en Irun, tras una campaña de Navidad que ha dejado bastante buen sabor de boca entre los comerciantes de la ciudad. Los resultados siguen sin ser como los de antes de la crisis, pero los comercios encaran con buen ánimo y ganas de innovar esta etapa de rebajas.

Ésas eran las sensaciones en el establecimiento Olalla de Luis Mariano, donde sus trabajadoras se encontraban inmersas ayer en el cambio de escaparate: «estamos organizando todo: quitar, colocar... Son días de ajetreo», confirmaba Pilar Calvo. Además, en su comercio «solemos tener muchos cambios de regalos de Reyes. Entre eso y empezar las rebajas, estamos bastante ocupados». La campaña de Navidad, por otra parte, «ha ido bien. No como para tirar cohetes, pero ha sido una campaña bastante animada y creo que en los comercios se ha notado», afirmaba la responsable de Olalla.

Éste es uno de los comercios locales que ha contado con un puesto de los que han estado instalados en los jardines de Luis Mariano, y respecto a esta experiencia, Pilar Calvo comentaba que «ha funcionado bien en el sentido de que se acercaba mucha gente a ver, pero no tan bien a nivel de compras. Era una primera experiencia, y cuando hagamos el balance de la campaña se analizará qué ha ido mejor y qué no ha ido tan bien, para tomar nota el año que viene».

En la calle Joaquín Gamón los escaparates también han cambiado de imagen: en Bed's, Papá Noël ha cedido el protagonismo a la cartelería que anuncia rebajas del cincuenta por ciento: «Hemos empezado con ganas y sólo hace falta que la gente se anime. El tiempo, además, está acompañando porque hace un día ideal para ir de compras», animaba Pilar Díez. Durante la campaña de Navidad «hemos vendido, sobre todo, textiles; pero ahora es probable que los clientes se animen más con los artículos de descanso», como colchones y somieres. «El año pasado, las rebajas de invierno fueron genial, así que a ver si en 2015 sucede igual».

En el paseo Colón, la tienda de moda Freeman, de reciente apertura, también ha arrancado las rebajas con muchos artículos a mitad de precio. Pero, al igual que en la mayoría de los establecimientos, la jornada de ayer fue «más de cambios que de compras de rebajas. A partir de mañana habrá más movimiento, seguramente», comentaba Cristina. Respecto a la campaña navideña, también en Freeman «hemos notado más movimiento, sobre todo de cara a las compras de Reyes».

Y después de las rebajas, los comercios locales seguirán en la brecha: «De cara a primavera tenemos que seguir haciendo cosas», aseguraba Pilar Calvo. «La idea es no parar, para que la gente vea que esta ciudad tiene vida y mucho comercio. Evidentemente, los tiempos cambian y también los comercios, pero eso es algo que sucede en todas las poblaciones. Lo que no se puede es no hacer», afirmaba, «sino que hay que hacer más».

El dispositivo de alojamiento de urgencia proporciona «bebida caliente, alojamiento y desayuno a personas 'sin techo' del municipio, para lo cual se cuenta con los servicios de algún centro hotelero de la ciudad», señalan desde Bienestar Social. El horario de acogida es el siguiente: recogida, por parte de la Policía Local, de las personas transeuntes que decidan acogerse a este servicio a partir de las 20.30 horas y salida del centro hotelero con anterioridad a las 10.00 horas del día siguiente.

El dispositivo entra en funcionamiento cuando la bajada de temperatura nocturna llega a los 5ºC y es la Policía Local la encargada de detectar a las personas 'sin techo' que se encuentren en las calles del municipio para acompañarlas al centro hotelero, si bien cualquier ciudadano puede ponerse en contacto con los agentes para comunicar situaciones de personas 'sin techo'. En todos los casos, la persona transeúnte deberá ser acompañada por la Policía Local hasta el centro hotelero.

Este protocolo de actuación se inició en Irun en el año 2005 y se mantiene activo a lo largo de todo el año, aunque el dispositivo entró en funcionamiento a finales de diciembre, coincidiendo con la bajada extrema de las temperaturas.