El delegado de Bienestar Social del Ayuntamiento, Sergio Corchón, desmintió ayer las afirmaciones realizadas el martes por el grupo municipal Sí Se Puede Irun, en relación con el Servicio de Atención Domiciliaria (SAD). «Hemos podido leer algunas afirmaciones sobre el estado en el que se encuentra el Servicio de Atención a Domicilio firmadas por SPI que no son ciertas», aseguró Corchón. «Las trabajadoras del SAD no están en ERE y las horas de trabajo, lejos de disminuir en un año a los niveles que se han dicho, se han mantenido en los últimos meses y de hecho, han registrado subidas como en marzo pasado, con un incremento del 13% en el número de horas».

Según señaló el delegado de Bienestar Social, sólo en marzo se contabilizaron 457 horas más que en el mes anterior, hasta llegar a las 3.946, una cifra similar a la de hace un año por estas fechas. «La atención a las personas mayores es una prioridad y mantenemos firme nuestro compromiso en el desarrollo y ampliación de este servicio», añadió Corchón, quien recordó que se están redactando unos nuevos pliegos para regular el contrato del SAD a partir de octubre, una vez conocida la renuncia de la empresa adjudicataria. «Hay una trabajadora social que está revisando el reglamento municipal para dar forma al nuevo servicio. De todo esto venimos dando cuenta tanto a las trabajadoras del SAD como a la parte sindical y a la Diputación, cuyo convenio limita principalmente nuestro servicio».

Corchón expresó, por último, su sorpresa «al conocer las afirmaciones de SPI por la prensa, cuando en contactos mantenidos con este grupo para hablar de la situación del SAD, y siempre abiertos a recibir propuestas, no hemos recibido ninguna sugerencia de mejora por su parte».

Podemos y Sí Se Puede Irun han mostrado su apoyo a las trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) «con motivo del Día del Trabajador». En el SAD, «en un año, han descendido alrededor de 1.000 horas de trabajo, aumentando la preocupación y angustia al ver peligrar sus puestos las 52 trabajadoras».

En un comunicado, Podemos Irun y SPI recuerdan que el SAD «tiene una larga historia de explotación y precariedad». Las trabajadoras afirman que «el deterioro de las condiciones sociolaborales ha venido de la competencia desleal que diversas empresas efectúan. El número de ancianos dependientes va bajando y las horas que dedicamos a ellos, también. Esto, que debería preocupar a cualquier fuerza política que se denomine progresista o de izquierdas, no constituye motivo de inquietud alguno para el equipo de Gobierno irunés». La situación «ha provocado un ERE todavía no resuelto en nuestro servicio», recuerdan.