Ficoba acoge hoy el último día de celebración de la Feria de Navidad de la Costa Vasca. Durante todo el fin de semana, el recinto fronterizo se ha convertido en el epicentro de las compras navideñas. Tanto es así que a lo largo del fin de semana se han producido retenciones puntuales más allá del golf para acceder al recinto ferial. Este evento ha demostrado, un año más, que va más allá de lo expositivo. Mucho público, proveniente de todo el territorio, ha aprovechado estos días festivos para adelantarse a la llegada de la Navidad y realizar sus compras en Ficoba.

A la oferta de 145 expositores hay que sumar las actividades, talleres y demostraciones organizadas en paralelo a la celebración de la feria. Los hay dirigidos a adultos, como el taller sobre cómo cocinar un bacalao en Navidad que tuvo lugar ayer; pero el programa de actividades pone el foco especialmente en el público infantil. De este modo, los pequeños pueden entretenerse mientras aitas y amas aprovechan para realizar sus compras.

Uno de los espacios destinados a los peques está en el stand municipal Irun On del pabellón 3, donde Patricia les enseña «a preparar mazapán y trufas de colores, maíz, cereales... La idea es que se diviertan haciéndolo ellos mismos. Lo de ensuciarse de chocolate siempre tiene su encanto», explicaba la dinamizadora de este taller. En este caso, también fueron varios los padres y madres que aguardaron en el stand para ayudar a sus niños a elaborar estos dulces navideños.

También en el pabellón 1, ocupado por los expositores del V Salón de Artesanía de Gipuzkoa, los niños tienen un amplio espacio en el que divertirse practicando juegos lúdicos y didácticos, y también aprendiendo algunas de las habilidades creativas que los propios artesanos les enseñan. Este año participan casi cuarenta con sus respectivos stands, en los que puede encontrarse una oferta artesana que va desde los artículos más tradicionales hasta propuestas contemporáneas. Todos ellos, con sello guipuzcoano.

Precisamente, el apoyo al comercio de proximidad ha sido una de las ideas más subrayadas desde la organización de la Feria de Navidad de la Costa Vasca y los representantes institucionales que han respaldado el evento. El alcalde de Irun, José Antonio Santano, definió la feria como «una oportunidad más para generar economía, empleo y para apoyar a nuestros comerciantes». El primer edil subrayó, «sobre todo, el esfuerzo de los que trabajan en el pequeño comercio de Irun».

Entre las propuestas de compras destaca también el stand dedicado a productos gastronómicos autóctonos coordinado por Hazi, organismo del Gobierno Vasco que certifica artículos de calidad vascos de la marca Euskolabel. En este stand participan catorce productores, siete de ellos guipuzcoanos.

La oferta de la Feria de Navidad se completa con el espacio Elkartuz, ubicado en el pabellón 3 y en el que más de una decena de entidades solidarias y ONG dan a conocer su trabajo; y con los stands institucionales que promocionan la oferta turística y de ocio más cercana.

Hoy, último día de la Feria, el programa de actos previsto incluye juegos didácticos y lúdicos de 11.00 a 13.00 horas en el pabellón 1; el mismo lugar en el que se celebrará, también a las 11.00, un taller de caligrafía a cargo de la Asociación Gabiltza. Por la tarde, también en el pabellón 1, continuarán los juegos y talleres dirigidos al público infantil. Los gigantes de Bidasoako Erraldoiak ofrecerán una actuación a las 13 horas.

En el espacio Demo, ubicado en el pabellón 2, se podrá jugar a videojuegos durante todo el día y, además, a las 16.00 tendrá lugar una demostración de habilidades caninas coordinado por Aurrera Atera. Media hora después habrá sorteos y, a las 17 horas, se invitará a los asistentes a una chocolatada. A las 17.30 Navarcadabra ofrecerá una actuación de magia.

Las entradas para acceder a la Feria de Navidad de la Costa, cuyo horario de apertura para hoy es de 11.00 a 20.00, tienen un precio de 3 euros para el público general y son gratuitas para los menores de 12 años. Igualmente gratuito es el uso del aparcamiento de Ficoba.

Fernando García guardaba en un cajón varios relatos y una vieja novela. Estaba trabajando en otra. Sólo los íntimos habían leído sus historias. No pretendía ir más allá. Por pudor. Hasta que un día decidió acudir al Taller de escritores de la Biblioteca Ikust Alaia. Sus compañeros y sobre todo, el director del taller, Edward Rosset, le convencieron para que sacara su obra a la luz. Hace unos días, ha publicado su primer libro, una novela policiaca ambientada en la Euskadi actual, con un escenario destacado: el Puntal de Hondarribia, donde una fría mañana de octubre aparece varado en un banco de arena el cadáver de un ertzaina.

-Siempre he tenido afición y mucha imaginación. Había escrito varios relatos y una novela previa, un borrador, que están en un cajón y que seguramente no saldrán de ahí, o eso creo.

-Sí, me apunté al taller de Edward Rosset y ahí fue donde me animaron para poner a la vista del público lo que estaba escribiendo. El taller fue el punto de inflexión. Me dieron confianza. Hasta entonces, sólo gente muy allegada había leído lo que yo escribía. Publicar una novela me pareció un reto, una experiencia nueva. Me puse a ello y esto es lo que ha salido.

-Porque, aunque la realidad siempre supera la ficción, es el género que más se parece a la vida real. No está idealizado como en la novela romántica, no hay fantasía sobre cosas imposibles. Es un género muy apegado a la realidad. Los héroes son antihéroes. Son personas con sus circustancias, con un pasado. Los malos tienen sus atractivos y los buenos tienen sus limitaciones. De todas formas, para que la novela negra te atrape, tienes que sacar algo diferente, algo extraño.

-No lo sé, pero la gente que ha leído el libro dice que se lo ha acabado rápido. Yo lo he escrito con esa intención, para que sea un libro de fácil lectura.

-Aparece un cadáver en el Puntal, en Onyarbi y la novela trata la investigación de ese asesinato. En seguida se sabe que la víctima es un ertzaina que ha aparecido acuchillado, pero no hay ninguna evidencia, ninguna prueba a su alrededor. Entonces, la sección de Homicidios de la Ertzaintza tiene que empezar a investigar en su entorno: la familia, los amigos... De ahí va saliendo la historia de este hombre, sus problemas, sus relaciones... La investigación se mueve por varias ciudades de Euskadi: Hondaribia, Erandio, Bilbao, Arkaute, Eibar...

-La protagonista es una mujer, una inspectora, que tiene su forma de ver las cosas, que las encara de otra manera. Es una persona diferente. Para mí ha supuesto un reto que sea una mujer la que lleva el peso de la investigación.

-De momento me conformo con mucho menos. El que mi protagonista sea una inspectora ha sido casualidad. Empecé a escribir esta novela antes de que el libro de Dolores Redondo fuera un éxito. Probablemente, estuviera ya publicado, pero yo no lo había leído. La verdad es que son bastante diferentes. Sólo tienen en común que se desarrollan cerca y que son mujeres las que llevan el peso de la investigación.

-No, ya no. Llega un momento en el que no sigues porque tienes otras cosas que hacer, aunque me gustaría, porque todos los años se organizan nuevos talleres y están muy bien. Te dan una disciplina. Cada quince días teníamos que presentar un trabajo. Te ves un poco obligado a hacerlo y te ves también un poco fiscalizado por los demás. El nuestro era un grupo muy motivado. Nosotros mismos aumentamos la periodicidad de los talleres por nuestra cuenta y las semanas que no teníamos sesión, nos juntábamos en el Casino. Lo que te proporciona llevar tu obra a un grupo es contrastar lo que has escrito con gente que no es de tu familia, ni es tu amigo. A la hora de pedir una crítica, siempre hay gente que quiere ser agradable, pero también vas a encontar sinceridad y crudeza. Está bien tener a alguien que te señale los defectos. Cuando pides una crítica, tienes que estar abierto a que sea mala.

-De momento estoy escribiendo otra novela, con algunos de los protagonistas de la primera. 'Hiru Korapilo' es una historia que termina, pero hay cosas que se quedan en el aire, flecos sueltos. La segunda novela va a tener ciertas cosas que recordarán a la primera.

-La presentación se hará en la sala de conferencias del Amaia el sábado de la semana que viene, a las siete y media y sí, el libro está distribuido por Elkar y puede encontrarese ya en las librerías.