El conflicto tiene su origen en el cambio de la empresa gestora de los polideportivos de Irun. Cuando se produjo el relevo de Lagunkirol por Bidasoa XXI, a los trabajadores «se nos comunicó que se subrogarían los contratos, manteniendo intactas las condiciones de antigüedad, salario y jornada laboral, como manda la ley».
Sin embargo, el pasado 28 de diciembre se encontraron «con la sorpresa de que sólo nos dejarían seguir trabajando si aceptábamos una serie de condiciones, como renunciar a nuestra antigüedad, con lo que esto puede suponer de despidos a bajo precio, que nos contratara una subcontrata de Bidasoa XXI llamada Oiasso, de la cual el Ayuntamiento no tenía constancia y la retención de nuestro salario un 15%», explican.
Cinco de los monitores afectados no aceptaron las condiciones propuestas «porque tenemos unos derechos como trabajadores, por los que peleamos con Lagunkirol y una sentencia judicial a nuestro favor que los ratifica».
El pasado 8 de enero, los monitores y los representantes de ELA se reunieron con el concejal de Deportes para explicarle la situación. «Se nos dijo que el Ayuntamiento desconocía totalmente quién era Oiasso y que teníamos derecho a la subrogación, con las condiciones que teníamos a 31 de diciembre de 2012». Dos días después, se celebró una nueva reunión con el Ayuntamiento, «en la que insistieron en que la subrogación se debía hacer con las mismas condiciones y se nos dijo que para que el Ayuntamiento aceptara a Oiasso, nosotros tendríamos que llegar a un acuerdo sobre su oferta, oferta que debería llegar por escrito, ya que Oiasso no estaba todavía creada ni aceptada legalmente».
El 11 de enero, los monitores se encontraron con una nueva sorpresa, al comprobar «que estábamos dados de alta en la Seguridad Social por Oiasso, en algunos casos desde el 1 de enero y en otros desde el 9, sin nuestro consentimiento y sin conocimiento del Ayuntamiento».
Los trabajadores insisten en que «el pliego de condiciones es claro y dice que tenemos derecho a la subrogación, por parte de Bidasoa XXI, que no pueden hacer ellos una subcontrata sin permiso del Ayuntamiento, hecho que es una falta grave, por lo que insistimos en que no aceptamos entrar en Oiasso».
