La sala de sesiones del ayuntamiento fue ayer escenario del Pleno juvenil. Un total de 136 alumnos de 3º de ESO de San Vicente de Paúl, Irungo La Salle e Hirubide participaron en la sesión.
25 de ellos, elegidos por sus compañeros, ocuparon los sillones en los que habitualmente se sienta la Corporación municipal para presentar una serie de compromisos en materia de igualdad. Nora Esteban, alumna de San Vicente de Paúl, ejerció de 'alcaldesa'. La sesión estuvo presidida por Fernando San Martín, delegado de Educación y Valores. Al acto asisitieron también Xabier Iridoy, portavoz de EAJ-PNV; Oinatz Mitxelena, portavoz de Bildu; y Muriel Larrea, concejal del PP.
El Pleno juvenil es una iniciativa promovida por el Ayuntamiento, y que este año ha alcanzado su cuarta edición. El programa tiene varias fases, que culminan con el acto celebrado ayer. Previamente, los escolares y sus profesores han trabajado en sus respectivos centros en torno a la temática propuesta: la igualdad entre hombres y mujeres.
Tras debatir y reflexionar al respecto, los estudiantes presentaron ayer las conclusiones extraídas del trabajo realizado. Por una parte, las de ellos; y por otra, las de ellas, que leyeron por turnos los 25 jóvenes 'concejales', en euskera y en castellano.
«Nos comprometemos a...»
Las chicas expresaron su intención de «apoyar y comunicar ciertos cambios en nuestra rutina, para favorecer la igualdad. Desgraciadamente, todavía podemos encontrar muchas situaciones a nuestro alrededor que nos gustaría evitar». Para conseguirlo, se comprometieron a «no alentar a que los chicos, en una relación, asuman el rol de 'malote'. Que no cuestionen nuestras amistades, y no permitir que nos alejen de ellas». O, también, a «no tener prejuicios ante el aspecto físico de una persona. Si una chica no se maquilla, no llamarla 'marimacho'; o si un chico hace ballet o se depila, no llamarle 'afeminado'». Y, escrito en mayúsculas, «no permitir que nos pongan la mano encima bajo ningún concepto. Tolerancia cero a la violencia».
Los chicos, por su parte, se comprometieron a «tener y respetar los mismos derechos y obligaciones en nuestras relaciones con mujeres. No ser tan impulsivos a la hora de discutir, y controlarnos mejor aunque nos pongamos nerviosos». Los jóvenes también citaron varias ideas vinculadas a las relaciones sentimentales: «respetar la vida privada de nuestra pareja, sin inmiscuirnos en su ocio; no guardar rencor porque nos deje una pareja o nos rechace una mujer; no mirar ni controlar sus cosas privadas...».
Los estudiantes concluyeron la sesión solicitando «el apoyo de las autoridades locales y de toda la juventud irunesa, trabajando por la igualdad efectiva de hombres y mujeres». A continuación, aprobaron unánimemente los compromisos adquiridos.
