Noticia publicada en Diario Vasco,el domingo día 30 de Enero de 2022.

A partir de mañana, Irun tendrá presupuestos para este año 2022. La mayoría del Gobierno municipal conformado por Socialistas de Irun y Elkarrekin Podemos-Ezker Anitza, que suma 14 votos de 25, garantiza la aprobación de las cuentas en una sesión que arrancará a las 9.00 en el Ayuntamiento. No se despejará hasta entonces la incógnita de cuál será el grado de consenso que logrará el Gobierno municipal. Las negociaciones con los grupos de la oposición se están manteniendo hasta prácticamente el último momento.

El alcalde, José Antonio Santano, señaló que «los acuerdos son cosa de dos; pero nuestra actitud, y la que ha mostrado el delegado de Hacienda», Miguel Ángel Páez, en las negociaciones «ha sido la de recoger las propuestas de la oposición. Nuestra actitud ha sido siempre la de mano tendida. Se van a aceptar enmiendas de los tres grupos y veremos qué grado de entendimiento podemos conseguir».

Por su parte, el delegado de Hacienda recordó que en los próximos meses el Ayuntamiento contará con mayores ingresos como resultado de subvenciones llegadas de otras instituciones así como de los fondos europeos. «Esto significa que vamos a tener la oportunidad de llevar adelante propuestas de incremento de gasto que pondremos en común con todos los grupos».

Finalizada la negociación con el PNV. Todo apunta a que el voto de EAJ-PNV será en contra: tras la reunión que mantuvo el grupo con el delegado de Hacienda este viernes, y «si bien albergábamos la esperanza de que pudiéramos llegar al menos a una abstención pactada, nos hemos sentido decepcionados y hemos dado por finalizado el proceso negociador sin acuerdo», explicó Xabier Iridoy. Los jeltzales consideran que el Gobierno municipal «no ha mostrado voluntad real para llegar a un acuerdo».

El portavoz de EAJ-PNV señaló que «hemos solicitado una y otra vez al Gobierno municipal reunirnos para poder avanzar en la negociación con el firme propósito de lograr un acuerdo de máximos, y así apoyar el presupuesto con nuestro sí en el Pleno de mañana». Sin embargo, «ya en la tercera reunión, la semana pasada, quedó claro que no votaríamos a favor porque el Gobierno dejaba fuera de la mesa negociadora el documento que le hicimos llegar en la primera de nuestras reuniones». Dicho documento condicionaba el apoyo de los jeltzales al compromiso del Gobierno en cuatro ejes: «el proyecto para la cubrición de la playa de vías, un plan plurianual de bidegorris en el centro urbano de Irun, compromiso para impulsar el Plan Director del Txingudi y buscar alternativas viables a Pasquier-Recondo».

En el Pleno de mañana «nos queda ver en qué medida el Gobierno acepta o rechaza las 30 enmiendas parciales por 3,5 millones de euros que hemos propuesto». Xabier Iridoy subrayó que «ninguna de nuestras enmiendas elimina ninguna de las partidas presupuestarias del gobierno. El Gobierno dispone de casi 3 millones de euros sin asignar y le solicitamos que aproveche toda esa capacidad presupuestaria».

EH Bildu no descarta la abstención.Desde EH Bildu, el portavoz Jokin Melida afirmó que «todavía no hemos descartado ningún escenario». La postura de la coalición abertzale en el Pleno de mañana dependerá de si el Gobierno acepta dos de sus enmiendas, relacionadas con las viviendas de alquiler para jóvenes, cuestión en la que la coalición abertzale pide 2,8 millones en partidas plurianuales; y un proyecto piloto para la descentralización de servicios municipales, para la que piden una enmienda más modesta, de 250.000 euros. Pero, en este último caso, «tenemos diferencias en cuanto al planteamiento desde un punto de vista político. El Gobierno no está a favor de descentralizar Irun ni de poner oficinas de barrio». En el caso de que «nos aprobaran alguna de esas dos enmiendas» o existiera «un compromiso muy claro» por parte del Gobierno en alguno de los dos temas, Jokin Melida adelantó que «nos plantearíamos la abstención» en el voto a los presupuestos.

El PP, a la espera de más compromiso. Desde el PP, el portavoz del grupo, Iñigo Manrique, señalaba que «las sensaciones» tras las negociaciones «no son ni buenas ni malas, pero intentaremos que sean mejores que peores. Centramos nuestro interés en las ideas de futuro y de desarrollo de la ciudad a partir de sus propias fortalezas: queremos una piscina olímpica, queremos una ciudad deportiva y un campus universitario. Esas son nuestras metas, y en la medida en que el Gobierno municipal se comprometa a darles desarrollo, tendrá un mayor o menor grado de positividad por nuestra parte».

El portavoz adelantó que «hemos acordado algunas enmiendas sobre ayudas a la digitalización a hosteleros y comerciantes. Y tenemos otra, aún por negociar, sobre seguridad, en la que pedimos una unidad canina para la lucha contra el tráfico de drogas y estupefacientes». Iñigo Manrique reiteró su apuesta por «unir las fuerzas de la ciudad en torno a un proyecto común, y dar a Irun una imagen de salud y deporte».