Noticia publicada en Diario Vasco,el miércoles día 9 de Febrero de 2022.

EH Bildu fue el único grupo municipal que votó en contra de los presupuestos municipales que la Corporación aprobó la pasada semana. El Gobierno hizo uso de su mayoría para aprobar las cuentas, pero así como consiguió la abstención de PP y PNV, no lo logró con la coalición abertzale, que considera que «los presupuestos deberían ahondar mucho más en la justicia social y en la brecha social que existe en Irun».

Con la idea de hacer virar el proyecto presentado por el Gobierno, Bildu presentó varias enmiendas. Se aprobó la relativa a elaborar un informe que recoja la casuística de quienes quedan fuera de los dispositivos de atención a migrantes en tránsito. La propuesta de proyectos piloto de descentralización de servicios no, «porque el Gobierno tiene un modelo diferente», aunque la propuesta no quedó en nada, sino convertida en un estudio sobre si esa descentralización es viable aplicada a Irun y de qué manera podría hacerse.

La clave estuvo en la enmienda de vivienda, 3 millones en 3 años para desarrollar apartamentos destinados a jóvenes en alquiler público. «En años anteriores hemos alcanzado acuerdos de 6 millones de euros para viviendas de alquiler protegido», mientras que este año, se enfocaron concretamente en los jóvenes, «que tienen muchas dificultades a la hora de acceder a una vivienda y, además, creemos sinceramente que merecen un mayor peso en el presupuesto», apuntan desde EH Bildu.

La cuestión es que «el Gobierno municipal no ha aceptado la propuesta» y, aunque la coalición asegura que seguirá «trabajando para que el parque público de viviendas en alquiler de Irun crezca», lamenta que «el Gobierno municipal ha perdido la oportunidad de hacer unos presupuestos más sociales y estar más cerca de las necesidades de la ciudadanía».

Por todo, «este año no se han dado las condiciones para llegar a un acuerdo presupuestario», pero «la mano sigue tendida para que lo que esta vez no ha sido posible se materialice en adelante».