El primer teniente de alcalde y delegado de Hacienda, Miguel Ángel Páez ha dado a conocer la liquidación correspondiente a 2012. Una vez que se aprobó esta liquidación mediante resolución de Alcaldía, el Gobierno municipal dio cuenta al resto de la Corporación en el Pleno de abril, tal como dicta la normativa foral.
El dato global que arrojan las cuentas de 2012 indica que el remanente de la liquidación ascendió a 5.402.074,04 euros. El Ayuntamiento cumplió su grado de realización de obligaciones reconocidas, esto es, el pago por los servicios prestados. Así, al término del año pasado, el consistorio irunés había pagado el 94,61% de todos ellos; y no se efectuó el pago del resto «única y exclusivamente» porque las facturas correspondientes aún no habían llegado. El Ayuntamiento realizó todos los pagos sin tener que recurrir a operaciones de créditos en entidades financieras, ya que desde 2008, no ha solicitado ningún préstamo para equilibrar sus presupuestos iniciales. El hecho de continuar cerrando los ejercicios con balances positivos «sigue permitiendo mantener inversiones y servicios sin recurrir a los créditos bancarios».
«Contención del gasto»
Sobre la liquidación del pasado año 2012, el delegado de Hacienda destacó que «esta disponibilidad de más de 5 millones está relacionada con la prudencia que este Ayuntamiento decidió adoptar en la confección del presupuesto del año pasado. Llevamos adelante una política de contención del gasto, que incluyó desde detalles que pueden parecer más pequeños como un ahorro en la compra de material de oficina hasta otros conceptos importantes como la revisión de contratos de asistencia en diversos programas».
Según explicó Páez, «en consecuencia, contamos ahora con un 'colchón' económico disponible que nos da tranquilidad de cara a mantener la estabilidad de las finanzas municipales, y reaccionar ante cualquier imprevisto. Pero además nos da la posibilidad de seguir atendiendo demandas de los ciudadanos que, como consecuencia de los efectos de la crisis, peor lo están pasando y consolidar así la red de solidaridad en la ciudad». Asimismo, el delegado señaló que «podríamos reforzar más proyectos de dinamización económica, dirigido a los emprendedores y el autoempleo y a completar algunas otras inversiones que pudieron quedar pendientes».
En el apartado de gastos, el Ayuntamiento de Irun cerró 2012 con un gasto autorizado de un total de 62.819.522,36 euros, lo que supone una variación de más de 3 millones respecto a los 66.089.410,46 euros inicialmente presupuestados. Estas reducciones, unidas a las variaciones que se produjeron en los gastos de personal (incluyéndose aquí la eliminación de la paga extraordinaria a los funcionarios, decretada por el gobierno central y cuyo importe ascendía a 969.217,67 euros en total) y en transferencias y subvenciones corrientes, supusieron un ahorro de 3.197.314,65 euros, que es lo que se corresponde con los gastos necesarios para el funcionamiento diario del consistorio.
En lo relativo al apartado de ingresos, la cifra que arroja la liquidación del año pasado asciende hasta los 66.248.467,48 euros, una cantidad ligeramente superior a los 66.089.410,46 euros presupuestados en un inicio. La desviación de los casi 160.000 euros responde, «en su gran mayoría, a ventas de terrenos y construcciones».
Miguel Ángel Páez aseguró que «la liquidación de 2012 muestra que el Gobierno Municipal, con el apoyo de la mayoría de los grupos políticos municipales, logró compatibilizar medidas de austeridad y eficacia que permitieron alcanzar cifras de ahorro considerables, y a su vez tratar de mantener el ritmo de inversiones evitando el freno de la actividad económica. Estamos al día en nuestros pagos, intentamos que la ciudad no se frene y todo ello teniendo muy presentes distintas medidas de eficacia y austeridad, una prudencia que nos ha valido para disponer de este remanente positivo de más de 5 millones de euros».
Este importe «no representa expresamente la comparación entre gastos e ingresos de 2012». El remanente, en términos globales, «es fruto de la gestión realizada a lo largo de la vida del Ayuntamiento, y tiene en cuenta por un lado los fondos líquidos de tesorería de los que dispone el consistorio, y por otro, los saldos pendientes de cobro y de pago que tiene que afrontar el Ayuntamiento. Así, se obtiene inicialmente un remanente de Tesorería bruto». Esta cantidad se somete «a diversos análisis y posteriores ajustes que se realizan por distintos criterios, que concluyen en definitiva este año con la cifra de 5.402.074, 04 euros de remanente positivo disponible para nuevos o mayores gastos».
