IRUN. El voto favorable de PSE, PP y PNV ha servido, en el Pleno celebrado esta semana en Irun, para dar la aprobación inicial a la Ordenanza de Actividades Eventuales. Una norma para la que ahora se abrirá un plazo de un mes de alegaciones y que ha generado una notable polémica en las últimas semanas, después de que una quincena de colectivos y entidades de la ciudad criticaran el borrador por su "afán autoritario" y censuraran la "falta de participación".
En la sesión plenaria del miércoles, el edil de Urbanismo, el socialista Miguel Ángel Páez, recordó "el amplio y largo recorrido que ha tenido la ordenanza para darla bien a conocer y recabar sugerencias y aportaciones de las más de 300 entidades a las que se les envió el borrador; un camino que se inició en el mes de mayo".
CAMBIOS De hecho, el edil destacó que en su redacción final de cara el Pleno, "se han incorporado buena parte de esas sugerencias, como la eliminación del silencio administrativo desestimatorio, el acortamiento del plazo de solicitudes de 15 a 10 días antes de la celebración del evento o la supresión de la referencia a la capacidad del alcalde para interpretar la ordenanza".
Aspectos, algunos de ellos que, afirmó Páez, se han suprimido en el texto pero que están en las leyes de rango superior que la propia ordenanza debe cumplir".
En definitiva, señaló Páez, esta Ordenanza de Actividades Eventuales "facilitará el trabajo de las entidades sociales que organizan eventos en Irun y garantiza mejor la seguridad jurídica y técnica de éstos, que contarán con un procedimiento abreviado, el habitual en la gran mayoría de eventos, que permite presentar toda la documentación en el SAC y obtener la autorización de forma inmediata".
El procedimiento ordinario, algo más complejo, será el requerido "para eventos que necesitan instalar equipamientos como escenarios, carpas y otros elementos", pero con la ventaja de que "se creará un registro de estas infraestructuras, de manera que si, por ejemplo, un circo viene cada año a Irun, si su infraestructura técnica no ha cambiado, ésta constará en el Ayuntamiento y la obtención de la licencia será mucho más ágil, sin repetir la tramitación completa cada año", detalló Miguel Ángel Páez.
Esta redacción inicial de la norma contó con el apoyo del PNV, que en boca de su portavoz, Xabier Iridoy, destacó "la mejora que suponen las aportaciones incorporadas" a una ordenanza que "simplifica el procedimiento, clarifica la normativa de seguridad y será beneficiosa para el trabajo de las entidades de Irun".
Juana de Bengoechea (PP) también alabó estas mejoras y afirmó que "era complicado organizar la participación de otra forma, dada su complejidad técnica y jurídica".
El edil de EB, Manuel Millán, que ha sido muy crítico con la norma y su proceso de elaboración, optó por la abstención ante "los importantes cambios que se han hecho" y con la perspectiva de "mejorar la norma en el periodo de alegaciones".
Por último, Juan Mari Unanue, de Bildu, justificó el no de su grupo en que "participación no es hacer el borrador, enseñarlo y decidir si se incorporan las sugerencias o no"
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