27 mayo 201400:17
Las elecciones al Parlamento Europeo del domingo tienen también una lectura en clave local. Lo primero, dato constatable, es que volvieron a registrar una participación inferior a la de otras convocatorias electorales. Sólo el 39,74% de los votantes acudió a las urnas, muy por debajo del 60% para las elecciones autonómicas de 2012, del 66,4% de las generales de 2011 o del 55,7% de las municipales de aquel mismo año. Sí supera esta participación la de la anterior convocatoria europea, en 2009, que se quedó en el 37,9%.
La tendencia general en el conjunto de España se dejó notar también Irun con pérdida crítica de votos en PSE y PP en compración con aquellas europeas de 2009: los primeros bajan de 7.487 (41,96%) de los votos, a 4.183 (22,64%); los segundos, de 3.325 (18,64%) a 2.184 (11,82%). La reducida cosecha de votos socialistas será, posiblemente, el peor resultado del partido en Irun; sí es, con seguridad, el peor en los últimos 25 años. Pese a todo, se mantiene como el más votado en la ciudad con un amplio margen de cinco puntos sobre la segunda lista más votada, la de EAJ-PNV que obtuvo el respaldo de 3.232 ciudadanos (17,49%). El tercer lugar lo ocupó Bildu con 2.589 sufragios (14,01%).
El efecto Podemos
También en Irun se dejó sentir el efecto Podemos. La gran novedad en los resultados de estos comicios se llevó prácticamente el 10% de los votos emitidos en Irun, 1.790, situándose por delante de Izquierda Unida (1.398 papeletas, un 7,57% de los votantes).
Aunque el resultado entre las elecciones locales y el resto no suele tener mucho que ver, es irrenunciable la tentación de extrapolar estos datos a la teórica configuración del Pleno municipal. PSE-EE tendría 7 concejales en lugar de los 9 actuales; PNV, Bildu y PP, ahora todos con 5, quedarían con 5, 4 y 3 respectivamente; en lugar del representante de EB-Berdeak, habría 2 de Ezker Anitza. Irrumpiría con 3 Podemos y UPyD entraría con un representante en la Corporación gracias a sus 967 votos (5,23%).
