El Pleno aprueba un Código Ético que no convence a la oposición

Nadie niega, imposible hacerlo, que el distanciamiento que los ciudadanos sienten respecto de la política y sus representantes ha crecido hasta unos límites muy preocupantes. En el seno de una reflexión en cuanto a esto impulsada desde Europa, Eudel (Asamblea de Municipios Vascos) redactó un Código ético y del Buen Gobierno para instituciones locales. El miércoles, el Gobierno municipal lo presentó ante el Pleno y lo sacó adelante con el apoyo de PNV y PP y ante la abstención de Bildu y EB.

El alcalde, José Antonio Santano, admitió en la sesión que «vivimos un momento de desconfianza hacia las instituciones y la política. Los que consideramos la política como una actividad importante, noble y que hay que desarrollar con la cabeza alta, tenemos que tomar la iniciativa. Estamos buscando vías para restaurar los puentes de esa confianza. Sabemos que iniciativas como este código son siempre parciales, hay que hacer más cosas. Pero los Ayuntamientos, que estamos en la base, estamos en contacto con los ciudadanos; los concejales, yo mismo, estamos en la calle, hablamos con los irundarras, no hemos perdido ese contacto con la realidad. Desde ahí se pueden dar pasos».

Quiso definir el código como «un esfuerzo de ejemplaridad, transparencia y honestidad de gente que ya nos comportamos así, pero que tenemos la obligación de expresarlo públicamente como un compromiso con los ciudadanos. Hay otras medidas que irán llegando y van a hacer que las cosas, que ya están cambiando, cambien aún más».

PNV y PP votaron a favor junto al PSE. Los jeltzales lo hicieron sin pronunciarse y los populares matizando varias cuestiones. Juana de Bengoechea no dudó en admitir que «hay conductas execrables en un número insoportable. Pero miro a las personas que están en este Pleno y creo en todas ellas. Este código, con intenciones buenísimas, viene a reafirmar una asunción de culpabilidad general que este grupo no asume. La mayoría de los políticos no es culpable».

Para Bildu, según explicó en euskera su portavoz Oinatz Mitxelena, «este documento no es necesario, pero como no estamos en contra de todo su contenido» optaron por la abstención. «La opinión de los ciudadanos respecto de los políticos no es buena y deriva de muchos años de un modelo de hacer política. Lo que hay que cambiar es esa forma de hacer política; este documento es puro maquillaje». Criticó que «los políticos no le damos a la ciudadanía verdadero poder de decidir y ha habido ejemplos en este Ayuntamiento (Artia, Plan de Igualdad...) de cómo no se han respetado conclusiones de procesos de participación».

Para Manuel Millán (EB) «no está mal hacer el código, y que nuevas leyes incidan en esto. Pero ya hay un Código Penal y ya se incumple de forma generalizada. No estoy en contra de este código, pero la desconfianza política no se eliminará así, sino poniendo la política al servicio del interés general, cosa que no ocurre en el conjunto de las instituciones».

El contenido del 'Código de conducta, buen gobierno y compromiso por la calidad institucional del Ayuntamiento de Irun', que es el nombre del documento aprobado por el Pleno, puede consultarse en su integridad en la web municipal irun.org.