«El voluntariado es algo que me reconforta» |
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Domingo, 08 de Mayo de 2016 20:12 |
Noticia publicada en Diario Vasco sección Bidasoa,el domingo día 8 de Mayo de 2016. «El voluntariado es algo que me reconforta»
8 mayo 201602:08
«Estoy sola. No tengo hijos. La soledad. Ves ahí un túnel negro que no tiene salida. Eso es lo que veo. ¿No has oído hablar de él?». Con frases escuetas y sinceras, a la par que difíciles de escuchar, resume Gabriela Zubeldia su estado anímico y personal. Esta hondarribitarra de 87 años, viuda y auxiliar de enfermería de profesión, comenta que tiene «muchos sobrinos» con los que mantiene relación pero que «no quiero liarles porque todos están ocupados en sus trabajos». Entre ellos cuenta con una sobrina que es la que «me atiende, me suele visitar, hacer la compra y me trae los medicamentos», comenta Gabriela. «Hace lo que puede».
La soledad fue una de las principales razones por las que Gabriela contactó con Nagusilan. Esta asociación cuenta con diferentes programas, entre ellos uno en el que sus voluntarios visitan a personas mayores en centros de día o, como en el caso de Gabriela, en su propio domicilio. «Fue a través de una vecina que está muy metida en la iglesia. Me dijo que vendría una mujer a verme y que parecía euskalduna», recuerda la hondarribitarra. Así es como Angelita Arburua entabló amistad con ella, a la que «conocía de vista». Aunque nació en Etxalar lleva más de 50 años viviendo en Irun. A sus 81 años y tras haber sufrido un ictus el pasado mes de diciembre, se muestra incombustible: va al gimnasio, tiene una cuadrilla con la que va a andar por las tardes, queda para jugar a cartas, canta en el coro de Nagusilan... Y además, dedica parte de su tiempo al voluntariado.
Angelita se encarga de transmitir energía positiva a Gabriela, quien se define como «una persona pesimista» y describe la «terrible angustia» que siente como «cuando tienes un disgusto, gordo, gordo, gordo que te aprieta y te aprieta», mientras se lleva las manos al cuello. Pese a ello, durante la conversación a la hondarribitarra se le escapa alguna que otra sonrisa y demuestra tomarse la vida con humor. «Las cantineras dicen que la arrancada es lo que más les gusta. A mí es lo que más me cuesta», asegura mientras se levanta del sofá, quejándose por la 'guerra' que le da la cadera, de la que está operada, desde que hace unos días ella y Angelita salieron a pasear.
Cuando están juntas «salimos a la calle, comentamos los cotilleos y concursos de la tele, hablamos un poquito....», explica Angelita. Para quedar «la llamo y vengo a las once o así. Por ahora solo hemos quedado unas seis veces», comenta, al tiempo que Gabriela responde sonriente con un «sí, soy nueva».
La hondarribitarra es la tercera persona que Angelita ha visitado durante los años que lleva siendo voluntaria en Nagusilan. «Antes estuve seis años con una señora de Pío XII, muy maja, pero se fue a Santander porque tenía familia allí». En ese sentido, explica que «hace tiempo que vivo sola y hacer voluntariado me reconforta porque haces algo por alguien».
Angelita y Gabriela en la casa de esta última. Jorge Sáez y Josune Gómez presentaron el nuevo servicio. / F. DE LA HERA DE LA HERA |