«Tenía dos años cuando crucé el puente con mi familia huyendo de la guerra»

Joaquín Urra no tiene recuerdos de lo que ocurrió aquel verano del 36 porque tenía dos años y medio, aunque sus padres y sus hermanos se lo contaron con detalle. «Lo primero es aclarar que no huíamos del incendio, huíamos de la guerra: de los bombardeos, de los tiros. No de la quema de la ciudad. Cruzamos el puente con todo lo que podíamos llevar. Mi padre, con el colchón al hombro, recibió un tiro. Yo iba en brazos de mi madre y un hombre se ofreció a llevarme. Cuando me dejó en sus brazos, echó a correr y mi madre tuvo que soltar lo que llevaba y salir detrás de él para recuperarme».

El periplo de su familia siguió mucho más allá de Hendaia. «Fuimos en trenes hasta cerca de Italia». Después de un tiempo, a todos los refugiados que había allí les propusieron volver. «A mis padres les dijeron que podían volver a Irun o Barcelona. Mi padre, que era republicano, pensó que si volvía a su pueblo, seguramente lo matarían, así que nos fuimos a Barcelona y estuvimos allí hasta que terminó la guerra. Cuando en el año 39 volvimos a Irun, los que no habían escapado se habían quedado con todo lo que tenía mi familia: con el piso, con la huerta... Como tantas familias que habían escapado de la guerra, tuvimos que empezar de cero».

Así lo hicieron y desde aquel año 39, «permanecimos en Irun, porque es nuestra ciudad, es donde todos queríamos estar».