9 octubre 201613:52
«Me quiero... No me quiero... Me quiero... No me quiero...». Llegar a tener una autoestima sana conlleva deshojar la margarita preguntándonos si nos queremos realmente o no a nosotros mismos. Éste es un tema que «nunca pasará de moda, porque siempre hay mucho que trabajar», aseguró Nagore Vázquez, psicóloga y enfermera, durante la conferencia que ofreció esta semana en Argoiak. 'Autoestima y asertividad. Deshojando la margarita' era el título de la sesión.
La ponente preguntó a los asistentes cuál era su definición de autoestima: «quererse a una misma». «Y creérselo». «El valor que tienes sobre ti». «Está relacionado con la confianza en uno mismo». Las interpretaciones de la palabra pueden ser muchas, pero Nagore Vázquez destacó que «para tener una sana autoestima, hay que ser consciente de lo bueno y de lo malo».
Pero además, la autoestima está muy ligada a la propia experiencia vital y al aspecto social. «Comienza a formarse entre los 5 y 6 años», y a esas edades tan tempranas, la mayor influencia son «los valores que recibimos en casa». Al acercarnos a la adolescencia, la imagen que tenemos de nosotros mismos se forma en base a «criterios culturales y sociales. Y esto no nos favorece, sobre todo a las mujeres. Tenemos más presión social y, por lo tanto, más problemas de autoestima».
La contraposición entre el 'yo' y el 'yo ideal' es muchas veces «irreconciliable. Nos planteamos metas que no son factibles y eso nos genera frustración». Compararnos continuamente con los demás genera además sentimientos de «envidia e insatisfacción permanente». Esa influencia social a la que aludía Nagore Vázquez «nos hace creer que con disciplina y dinero podemos ser perfectos. La industria de la belleza nos mina la autoestima», pretendiendo que alcancemos unos ideales que, muchas veces, no son posibles sólo a base de esfuerzo y constancia. La cirugía estética está detrás de muchos de los cuerpos y caras 'perfectos' que muestra la publicidad, «pero eso no nos lo dicen». Además de esa imagen distorsionada de la belleza, se promueve un modelo de mujer «sumisa, complaciente, siempre cariñosa y comprensiva...».
El mito de la superwoman
Nagore Vázquez se refirió también al 'mito de la superwoman', esa mujer que es madre, esposa, trabajadora y amiga, perfecta en todas esas facetas y, por supuesto, siempre guapa y arreglada. Este arquetipo tan dañino ha provocado «un sentimiento de culpa permanente» en muchas mujeres, porque es imposible llegar a todo. Y además, «si paramos y nos cuidamos un poco, sentimos que somos egoístas». «La culpa nace de ese principio de sentirse necesaria e imprescindible: 'tengo que...', 'debería...'», pero, como subrayó la psicóloga, «si no nos cuidamos a nosotras mismas, no podemos cuidar». Es necesario, imprescindible, «desconectar y estar un rato con nosotras mismas». Nagore Vázquez ofreció algunas herramientas para lograr una mejor salud emocional: «aprender a decir 'no', 'no quiero' y 'no puedo'». Y para mejorar nuestra autoestima, la experta aseguró que «lo mejor es el 'té': quiérete, cuídate, ámate, perdónate, sonríete...». Porque, como concluyó, «la belleza es quien tú eres, tal y como eres».