8 diciembre 201600:28
La clínica veterinaria IrunVet, situada en Arbes, dio ayer el alta a un perro que tuvo que ser operado tras ingerir un trozo de carne lleno de alfileres en la calle Uranzu. A pesar de lo aparatoso del incidente, y tras pasar unos días en observación, el can se ha recuperado.
Jesús Godoy, veterinario de IrunVet, explica que el perro llegó a la clínica el 3 de diciembre, «con la sospecha de que acababa de comer la carne con alfileres». Una radiografía confirmó que así era y los veterinarios realizaron «una cirugía de urgencia. Le sacamos 18 alfileres».
El de esta semana es, desgraciadamente, el sexto caso de estas características que atienden en IrunVet este año. «Y hemos perdido la cuenta de los intentos de envenenamiento».
Los responsables de la clínica IrunVet animan a quienes resulten afectados a denunciar a las autoridades estos inexplicables casos de crueldad hacia los animales: «hay que sacar fotos, ir a la Policía y denunciar. De la parte sanitaria nos encargamos nosotros y realizamos un informe al respecto». Además, como explican, no sólo los perros pueden llegar a ser víctimas de estos intentos de envenenamiento, sino también los niños que puedan tener acceso a los venenos en las calles, ya que a veces «parecen golosinas».