Francia nombra a un interlocutor para «corregir» la devolución de migrantes en la muga de Irun

Francia va a nombrar a un coordinador para que actúe de interlocutor único con España a fin de «corregir» las irregularidades que, como ha ocurrido recientemente, se registran en la frontera de Irun, donde el país galo ha devuelto a inmigrantes en contra de los acuerdos suscritos entre ambos Estados. En muchos casos, como ya relató este periódico durante el verano, los migrantes -en ocasiones menores- eran devueltos a territorio guipuzcoano sin dar parte a las autoridades españolas.

El ministro galo del Interior, Christophe Castaner, realizó ayer este anuncio en Madrid tras reunirse con su homólogo español, Fernando Grande-Marlaska, en su primer viaje de trabajo al exterior desde que fuera recientemente nombrado por el presidente francés, Emmanuel Macron, para ocupar esa cartera.

En una rueda de prensa conjunta, Castaner reconoció que se han producido problemas en la frontera hispano-francesa en materia migratoria que hay que «corregir» y que, por ello, ha decidido nombrar a un interlocutor «único» con España con el fin de que «no nos desviemos de los acuerdos» suscritos.

El pasado 25 de octubre, Grande-Marlaska se refirió a la actuación de la Policía francesa en la frontera de Irun y admitió que se estaban produciendo devoluciones de inmigrantes desde Francia a España que incumplían los acuerdos entre ambos países, si bien planteó que son «absolutamente puntuales» y que esa situación iba a ser corregida.

La legalidad de estas «devoluciones en caliente» ha sido denunciada y criticada por las organizaciones que ayudan a los migrantes a ambos lados de la frontera. Y este periódico ha sido testigo de la actuación de la Gendarmería francesa, que no ha dudado en retener para luego devolver a territorio guipuzcoano, a los migrantes que ha encontrado en las calles de Hendaia.

Hasta el pasado mes de octubre, Francia había impedido la entrada en su territorio de 10.500 migrantes irregulares -la mayoría por la frontera de Irun-. Además, los agentes galos habían devuelto hasta septiembre a medio millar de migrantes a la Policía española.

Tras el encuentro de ayer, el ministro francés, que ha querido viajar antes a España para preparar su próxima visita de trabajo a Marruecos, reconoció que a pesar del descenso notable de llegadas de inmigrantes a la Unión Europea (un 95% menos), la presión migratoria en España es «muy fuerte». Y por ello, abogó por buscar soluciones conjuntas que, entre otras cosas, sirvan para «corregir» los problemas en la frontera.

También reconoció las divergencias dentro de la Unión a la hora de prevenir los flujos migratorios, diferencias que se constatan también entre España y Francia.

Pero lo importante, manifestó Castaner, es llegar a un equilibrio entre «responsabilidad y solidaridad», y en este sentido, lamentó que haya países, como Italia, que no sean solidarios con los flujos migratorios. «No podemos permitirlo», enfatizó. «Les aseguro que Francia lo va a ser con España», dejó claro el ministro del Interior galo, antes de insistir en que su país también vive situaciones parecidas a la de España como territorio de paso para muchos inmigrantes irregulares. Así, recordó a las 2.000 personas que estuvieron esperando en la ciudad fronteriza francesa de Calais para pasar al Reino Unido. Son, por tanto, «preocupaciones compartidas» por los dos países, subrayó el ministro francés, quien hizo hincapié en la cooperación internacional para atender y dar respuesta a esta problemática.

Mientras, en referencia a las devoluciones irregulares que se han producido en Irun, Grande-Marlaska, trasladó su confianza en el país «amigo», resaltó la cooperación entre ambos y aseguró que esas «pequeñas divergencias» pueden solucionarse. Volvió a reiterar que hubo disfunciones «puntuales» que «van a ser corregidas» y que la figura del coordinador anunciada por su homólogo «es una de las maneras concretas de encauzar» este asunto.