«En estos tres meses hemos hecho el trabajo de tres años» Inprimatu
Administrator-k idatzia   
Osteguna, 2020(e)ko ekaina(r)en 18-(e)an 11:26etan
Euskaratzeko lanean ari gara.

Noticia publicada en Diario Vasco,el domingo día 14 de Junio de 2020.

«En estos tres meses hemos hecho el trabajo de tres años»

Algunos de los voluntarios de Protección Civil de Irun momentos antes de efectuar una de sus salidas durante el Estado de Alarma. / PROTECCIÓN CIVIL
Algunos de los voluntarios de Protección Civil de Irun momentos antes de efectuar una de sus salidas durante el Estado de Alarma. / PROTECCIÓN CIVIL

EN LAS SEMANAS DE CONFINAMIENTO, LOS VOLUNTARIOS DE PROTECCIÓN CIVIL HAN SERVIDO DE AYUDA TANTO PARA LOS MÁS JÓVENES COMO PARA LOS MAYORESEMILIO SAN JUAN RESPONSABLE PROTECCIÓN CIVIL IRUN

EKAITZ RETAMOSAIrun.Domingo, 14 junio 2020, 10:03
En numerosas ocasiones hemos visto a los voluntarios de Protección Civil, con su uniforme tan característico, realizar labores por la ciudad. En este Estado de Alarma hemos aplaudido su trabajo más de una vez. Emilio San Juan es el responsable del cuerpo y después de que el inicio fuese «lo más duro», advierte que esta batalla todavía no ha terminado.
–¿Cómo han sido estas semanas de intenso trabajo?
–Han sido días duros. Hemos pasado mes y medio trabajando de lunes a domingo, desde el 23 de marzo que iniciamos la emergencia hasta mediados de mayo con mucho trabajo.
–¿Cuál ha sido el cometido de Protección Civil?
–Empezamos realizando la compra a personas mayores de 75 años y en total hemos hecho 142 pedidos a 81 personas. También hemos hecho los famosos cumpleaños, que fueron una locura. En total han sido 225 cumpleaños en 39 días (del 30 de marzo al 9 de mayo) y la gente nos ha seguido pidiendo, pero no teníamos más horas, porque también hemos hecho entrega de material escolar como folios, ordenadores, tarjetas de conexión... Hemos entregado 238 paquetes hasta el 14 de mayo.
–¿Cómo surgió la idea de los cumpleaños?
–Me llamó una excompañera de trabajo y vio que otras agrupaciones hacían esto. Casualidad, ese día había dos personas que podían ir. Desde aquella vez, mediante el correo nos han ido escribiendo. Trazábamos una ruta y teníamos calculado que en dos horas había que hacerlo. Normalmente hacíamos seis cumpleaños al día; incluso algún sábado llegamos a 12 y decíamos «ésto se está disparando». Cuando los niños son muy pequeños la emoción se la llevan los padres, se les abría el cielo y eso nos chocaba, porque tampoco hacíamos algo del otro mundo.
–...
Algunas personas llevaban más de 50 días metidas en casa y el hecho de que le viniesen a cantar para ellas era un alivio. Fue una cosa bonita, a los voluntarios les encantó y a los jóvenes ni te cuento.
–Y por contra, ¿cómo ha sido entrar en una casa de una persona mayor y sentir que no goza de compañía?
–Al principio de todo, eso fue muy duro. Ya no tenían solo la necesidad de recibir la compra, sino de algo más. No podían salir de casa y recibir visitas y para ellos era un rato agradable. No son personas que necesitan ayuda ahora, sino siempre, y se lo hemos comunicado a Bienestar Social. La voluntaria que estaba coordinando ha hecho de psicóloga. Había personas mayores que llevaban mas de 20 días sin ver ni hablar con nadie, y esos primeros días han sido muy impactantes, tanto para ellos como para nosotros.
–¿Cómo reaccionaban?
–Las personas mayores nos decían gracias, gracias y gracias. Ya no sabían ni qué hacer para agradecer nuestro trabajo. Nos han mandado mensajes, nos han llamado por teléfono... Nosotros encantados. Lo de los cumpleaños y llevar la compra a los mayores ha sido una experiencia que no lo vamos a olvidar nunca. Yo, antes de esto, viví una crisis de butano y tuvimos que llevar las bombonas a casas de personas mayores y aquello fue oro para ellos.
–¿Qué sensación les causa recibir tantos mensajes de agradecimiento?
–Nosotros estamos aquí para ayudar a quien nos necesite. Y eso los voluntarios lo tienen claro, y más en una situación como ésta, que esperemos no se vuelva a repetir. Hemos hecho lo que hemos venido a hacer. La gente nos felicitaba por la calle, pero nosotros a lo nuestro: cumplir con los servicios que se nos han encomendado desde el Ayuntamiento y a trabajar.
–...
Sí que nos ha servido para que nos conocieran desde otro punto de vista. Parecía que no teníamos otra cosa que hacer que cortar calles, y ahora la gente ha empezado a conocernos mucho más. Nosotros tenemos una media de una docena de emergencias durante el año, que son unas 1.500 horas. Pues bien, llevamos 4.500 horas de trabajo desde el inicio de la pandemia, así que en tres meses hemos hecho lo que hacemos en tres años... Ha sido un trabajo intenso y los primeros dos meses han sido muy duros.
–¿Ha habido gente que se ha interesado por su trabajo?
–Ahora estamos dando el ingreso a una voluntaria y desde el inicio de la pandemia han entrado tres voluntarios. Eso es una muy buena noticia y estamos muy contentos.
–A partir de ahora, ¿qué es lo que le espera a la ciudadanía?
–La gente tiene que seguir respetando la distancia social y el uso de la mascarilla. Que no se tiren a la calle como locos. Había ganas después de tanto tiempo de confinamiento, sí, pero el bicho sigue estando. Aquí hemos tenido suerte pero no estamos todavía libres. Hay que tener mucho cuidado y no hay que relajarse porque el tema sigue ahí. El trabajo de sanitarios, de voluntarios, de Cruz Roja, de la policía.. ha costado mucho y sería una pena cargárnoslo en dos días.