Veintidos desempleados más en Irun y cuatro menos en Hondarribia parecen, a priori, un buen balance para un mes de marzo que suele dejar cifras terribles. Sin embargo, dado que se trata de la primera vez, desde que empezó la crisis, en que las vacaciones de Semana Santa empiezan en el tercer mes del año y que, además, no han terminado aún a la hora de hacer el recuento de fin de mes, el dato ya no resulta tan positivo ni invita a una lectura optimista.
Si bien es cierto que Irun no es precisamente el prototipo de municipio que se beneficia laboralmente de este periodo vacacional, lo cierto es que la Semana Santa, seguramente por las contrataciones para atender al turismo en Hondarribia, suele tener un impacto positivo en las dos localidades bidasotarras. No ha sido así esta vez. O las contrataciones para las semanas de vacaciones no han sido tantas o han sido incapaces de amortizar el empleo destruido en otros subsectores del terciario. Es lo que se desprende del análisis de la evolución por actividades económicas. La industria y la construcción quedaron prácticamente como estaban, la primera con algo menos de demandantes, la segunda con alguno más. El sector primario, apenas sin incidencia normalmente, dejó dos desempleados más de los que había en febrero. Los servicios, pese a la Semana Santa, no registraron variación.
Aunque evidencian el escaso efecto de las contrataciones estacionales, estos datos no explican que la demanda de empleo creciera en 18 personas en el conjunto de la comarca. La razón hay que buscarla en la incorporación de nuevos demandantes, personas sin empleo anterior, que han pasado de ser 408 en febrero a 422 en marzo.
En la comparación interanual, esos nuevos demandantes, resultan ser, sin embargo, menos que en marzo de 2012. Desde entonces ahora, la lista se ha incrementado en 499 personas. Pese a que tanto desde la industria como desde la construcción no se han incorporado demasiadas personas a la lista, los últimos 12 meses han hecho estragos en el sector servicios. Si en marzo de 2012 4.168 personas sin empleo habían tenido su último contrato en el terciario, actualmente son 4.627 los que provienen de este sector
Nuevo techo en Irun
La consecuencia directa de los datos de marzo es que Irun marca un nuevo techo de desempleados con 5.567, una tasa del 19,3%. Hondarribia, pese al ligero descenso, sigue por encima del millar, 1.026, con una tasa del 13,2%. Con la suma de los dos municipios, la comarca del Bidasoa registra al cierre de marzo 6.593 demandantes de empleo, lo que se traduce en un porcentaje del 17,88% sobre la población activa, que sigue siendo el más alto por comarcas en Gipuzkoa.
En el conjunto del territorio, marzo ha supuesto una ligera bajada del paro, aunque quizá menos acentuada de lo que cabría esperar por el efecto de la Semana Santa. Con 173 demandantes menos, el total guipuzcoano se queda en 50.299 y una tasa del 14,9%.
Bidasoa, Alto Urola, Goierri y Bajo Deba son las únicas comarcas que han visto acrecentarse sus listas de paro durante el mes de marzo pasado, el resto, en mayor o menor medida, han conseguido reducirla, salvo Urola Medio, donde no se ha registrado variación.
Curiosamente, en la comparación interanual son Goierri y Bidasoa, dos de las más perjudicadas por el último mes, las que mejor comportamiento han registrado, especialmente Goierri donde el incremento del desempleo ha estado por debajo del 5%. Bidasoa, Tolosaldea y Urumea-Oria han crecido por debajo del 10% mientras que el resto lo han hecho por encima, en algún caso, como en el de Alto Urola, hasta en el 17,14%.
