28 noviembre 201400:05
La modificación de créditos del presupuesto aprobada por el Pleno, con apoyo de PSE, PNV y PP, abstención de EB y voto en contra de Bildu, supuso la incorporación de más de 800.000 euros a las cuentas municipales de 2014. «Esto ocurre a poco más de un mes del final del año por dos razones», explicó el alcalde, José Antonio Santano. «Economicamente, el ejercicio ha ido bien y hay recursos municipales para incrementar el presupuesto». También porque «a lo largo del año van surgiendo pequeñas cosas que hay que resolver». Por esa la modificación la conforma «un largo listado de partidas de pequeña cuantía».
Sí identificó el alcalde algunas excepciones, como las obras en Parte Vieja y Belaskoenea de las que se dan cuenta en esta misma página. Pero también otra, muy alejada de ambas, y que supone una novedad en la ciudad. Por cinco mil euros, está previsto adquirir bicicletas para la Policía Local de Irun.
«La intención es que a partir del mes de marzo podamos poner algunos agentes a patrullar en bicicleta», avanzó el alcalde. «Las bicis permiten a los agentes desplazarse más rápido que lo que pueden hacer a pie, pero transmiten esa sensación de cercanía que se puede perder cuando se desplazan en automóvil», señaló. Anunció que próximamente se darán más detalles sobre los planes al respecto que ha diseñado la Policía Local.
Poco entendimiento
Como anécdota, la aprobación de la modificación dejó un pequeño lío en el resultado de las conversaciones mantenidas entre PSE, PNV y PP para acordar el contenido. Los jeltzales aludieron a un acuerdo con el Gobierno para añadir la construcción de una acera en la calle Papinea de la que los populares no tenían constancia ni aparecía en el dictamen. El Gobierno dejó la puerta abierta, pero no terminó de confirmar que se incluyera.
EB se abstuvo porque si bien compartía «algunas partidas, otras no las vemos prioritarias». Bildu fue el único grupo que votó en contra porque «se vuelve a traer una modificación de créditos sin consensuar con todos los grupos. Son los viejos esquemas del Gobierno, modificando el presupuesto según le viene en gana al margen de la realidad en la que viven sus ciudadanos».
