Bildu lanza su propuesta para un valle de Olaberria «de carácter estratégico»

El grupo municipal Euskal Herria Bildu dio a conocer ayer su propuesta para el Plan Especial del Valle de Olaberria. LKS, la empresa que se encarga de la redacción del documento, se ha reunido con todos los grupos políticos y con agentes relacionados con el valle para redactar un Avance del plan que se socializará como punto de partida del debate público. Bildu ha hecho llegar a la consultora, «tal y como nos pidió», apunta la edil Izaskun Sorondo, «una propuesta que recoge lo que creemos que deben ser las partes, los objetivos y las medidas que abarque el futuro Plan Especial».

Primer sector: Impulso y ayudas para afianzar actividades económicas y crear nuevas, apoyando el consumo de los productos dentro de la propia ciudad.

Energía: Análisis de las potencialidades (recursos hídricos, biomasa...) para producir energía verde para el autoconsumo del valle.

Flora y fauna: Planes de protección de especies y sus hábitats: laderas, ríos, regatas, bosques...

Patrimonio: Edificios, calzadas, puentes, restos bélicos, minas...

Reflexión: Regular la caza, cierto uso de vehículos de motor y otros.

Recorridos generales: Dos, de unos 8 kilómetros, que unidos recorren el valle.

Temáticos: Restos bélicos, minería, caseríos productivos...

Centro interpretativo: Información etnográfica, histórica y de interpretación del entorno con venta de productos del valle.

Esta aportación, recogida en un documento de dieciocho páginas, nace tras varias visitas al valle «en las que lo hemos recorrido de parte a parte con gente que lo conoce bien. Hemos visitado sus rincones y hablado con muchas personas y ha resultado una experiencia interesante y enriquecedora que nos ha dado la base para saber a qué y cómo debe responder el Plan Especial». Sorondo anunció que contrastarán la propuesta con sus bases, con los vecinos del valle y con agentes sociales.

Agus Errazkin, miembro de la coalición, explicó que la propuesta se ha estructurado en tres partes. La primera se refiere «a mantener en la actualidad el carácter estratégico que este valle ha tenido en la historia», desde las minas romanas, a la producción agroganadera, pasando por su interés militar. Bildu propone apoyar las actividades económicas del primer sector («hay muchos productores hortícolas, dos cárnicos, cinco sidreros, uno cervecero, dos lácteos, cuatro apícolas») y promover nuevas, ofrece dos enclaves para ubicar una escuela de agricultura y sugiere estudiar las capacidades del valle para generar energía limpia; todo con el fin de que sea eje de una política de «soberanía alimentaria y energética».

La segunda parte cita medidas de protección sobre flora y fauna en los variados hábitats del valle: las laderas de sus múltiples colinas, ríos, riachuelos, zonas boscosas... No olvida el patrimonio histórico que incluye «caseríos de varios siglos, otros en los que nacieron personajes ilustres, la primera ermita de San Antón, minas...», además de «puentes, calzadas y estructuras bélicas (torres, galerías, subterráneos...) que habría que proteger y conservar». En el otro extremo, Errazkin citó situaciones sobre las que «hay que reflexionar» como «caminos cerrados porque son privados y quizá debieran ser públicos»; numerosos puestos de caza, «algunos legales y otros no», y un «uso de vehículos de motor que podría ser, digamos, mejorable».

Para dar a conocer los valores naturales, históricos y paisajísticos que encierra este valle tan desconocido, la tercera parte del documento de Bildu propone formas de uso y disfrute. «Queremos mantener las actuales tres entradas (Larreaundi; Lapice, a la altura de Martindozenea, y polígono Arretxe-Ugalde), porque todas permiten dejar el coche y adentrarse a pie». Conectarían con alguno de los dos recorridos que proponen, «de unos 8 kilómetros cada uno», que contarían con «sencillos merenderos» y que, juntos, «permitirían recorrer todo el valle».

Sugieren también caminos complementarios de «carácter temático» y un «centro de interpretación y museo etnográfico-histórico con venta de productos del valle», en la zona del antiguo vertedero, donde actualmente hay usos empresariales ajenos al primer sector.