11 mayo 201608:30
La aparición de un foco de termitas en el número 9 de la calle Korrokoitz hace unos meses encendió todas las alarmas, sobre todo cuando el posterior análisis reveló que la estructura del edificio estaba «muy dañada». Esa situación ha llevado al Ayuntamiento a poner en marcha un plan los días 16, 17 y 18 de mayo que analizará 110 edificios de la Parte Vieja en busca de posibles focos de este insecto, en el marco del Plan Especial de Rehabilitación del Casco Antiguo (Perca). Dos equipos formados por dos técnicos se encargarán de realizar inspecciones en sótanos, bajos y primeros pisos de inmuebles susceptibles de ser objetivo de estos 'vecinos indeseables'.
LOS DATOS
Cuándo. 16, 17 y 18 de mayo.
Tipo de análisis. Se llevarán a cabo inspecciones visuales de sótanos, bajos y primeros pisos.
Zona de inspección. Edificios ubicados en las calles Jesús, Larretxipi, Peña, San Marcial, Contracalle, Iglesia (solo el inicio), Pelegrín de Uranzu, Korrokoitz, Santa Elena, Eguzkiza y Vega de Eguzkiza (inicio).
«Hacia el este del foco de la calle Korrokoitz está el canal de Dunboa, una barrera importante a través de la cual las termitas no han pasado», explicó ayer Jesús Laguardia, técnico de Rehabitek. Teniendo ese factor en cuenta, las zonas que serán objeto de estudio son las calles Jesús, Larretxipi, Peña, San Marcial, Contracalle, el inicio de la calle Iglesia, Pelegrín de Uranzu, Korrokoitz, Santa Elena, Eguzkitza y el inicio de Vega de Eguzkiza.
El principal objetivo de este plan es «analizar mejor todos aquellos elementos de madera que puedan tener los edificios en la búsqueda de degradación que haya sido causada por termitas», resumió el delegado de Urbanismo y Vivienda, Xabier Iridoy, durante la presentación de esta acción, en compañía de Laguardia y Maider Arana, técnica de Tecnalia. Con este análisis sobre el terreno, cuyo coste asume el Ayuntamiento, lo que se pretende es «evitar daños futuros» en los edificios que pudieran estar afectados por este insecto.
Las inspecciones arrancan el lunes y durante tres días dos equipos analizarán «una media de 40 edificios por día», comentó Laguardia. «No realizaremos ninguna cata, es una inspección visual a través de la cual analizaremos la planta baja o el sótano del edificio». Si las vigas de madera estuvieran ocultas, los 'detectives' se dejarán guiar por las evidencias que «pudiésemos ver en la primera planta, la escalera, los zócalos o los diferentes elementos de madera que puedan estar a la vista». A la hora de intentar localizar posibles comunidades de termitas la colaboración de los vecinos será imprescindible, ya que ellos podrán informar a los técnicos sobre si tienen sospechas de que pueda existir algún foco.
Insectos «sociales»
La razón por la que los sótanos y los bajos son los objetivos principales de ambos equipos es que las termitas «son sociales y viven en el subsuelo, y lo que hacen es acceder buscando la madera», explicó Arana. Así, mientras que en la naturaleza son «beneficiosas porque cierran el ciclo del carbono degradando la celulosa y la madera», son las peores enemigas de los inmuebles con estructura de madera de la Parte Vieja porque al atacarlas pueden provocar «incluso el derrumbe de algún edificio».
En el caso de que estos silenciosos huéspedes se hayan mudado a alguno de los inmuebles objeto de la inspección durante estos tres días, Arana explicó que se procederá a colocar varias cajas «con celulosa en el interior» para atrapar algunas termitas. Posteriormente se realizará «un análisis genético y de colonias para ver cuántas de ellas están afectando a la Parte Vieja y de qué especie son», un dato importante ya que en función del tipo «actúan de una u otra forma y su radio de acción es diferente». Toda esa información servirá para recomendar diferentes actuaciones, tanto de «inspecciones más en profundidad de algunos edificios» como de unos tratamientos «mínimos» a llevar a cabo para «erradicar totalmente la colonia».
Además de los edificios, el plan también contempla la inspección de parques como el de la Sargía o «espacios privados que algunas casas tienen en su trasera», por ejemplo, solares sin edificar.