10 junio 201612:15
La Ertzaintza ha impuesto una sanción de 6.000 euros a un vehículo tras descubrir que portaba un sofisticado sistema de manipulación aplicado al tacógrafo de última generación que conseguía perturbar los datos sobre los tiempos de descanso del conductor y anulaba el limitador de velocidad.
El Departamento de Seguridad ha informado este viernes en un comunicado que agentes de la Unidad de Tráfico de Gipuzkoa detectaron la pasada semana en un control rutinario instalado en el peaje de la autopista A-8 en Irun un vehículo que presentaba una anomalía en el funcionamiento de un tacógrafo de última generación.
Desde octubre del año 2012 y con el fin de evitar manipulaciones fraudulentas de las que eran objeto las autoridades europeas determinaron dotar a estos dispositivos de sistemas de mayor seguridad.
Con esta modificación, los actuales tacógrafos disponen de un sistema de doble señal cuya misión es precisamente prevenir cualquier intento de manipulación de sus elementos electrónicos de conexión de tal forma que en caso de producirse el dispositivo detecte incongruencias entre ambas señales.
En el caso descubierto por la Ertzaintza se ha detectado un alto grado de sofisticación y conocimiento especialmente en la manipulación de los sensores internos para favorecer su ocultación. Este elevado nivel técnico queda evidenciado a la hora de "puentear" los circuitos impresos y alterar algunos de los "chips" de su mecanismo.
La trampa en estos dispositivos implica una competencia desleal con el sector del transporte además de un riesgo porque altera elementos determinantes para la seguridad del vehículo.
Por un lado anula el limitador de velocidad, que es obligatorio en los vehículos de transporte tanto de viajeros como de mercancías de gran tonelaje, y por otra deja de funcionar la ayuda electrónica
