El cine, mejor en el centro

El verano no es la mejor época del año para ir al cine, porque los días largos y el buen tiempo, además de una cartelera en la que abundan películas que tienden más al puro entretenimiento y los efectos especiales, no suelen invitar a hacerlo, en muchos casos.

En Irun, estas últimas semanas se ha producido un cambio notable. Desde el 1 de julio, el grupo catalán Ocine se ha trasladado del centro comercial Txingudi, en la periferia de la ciudad, junto a la A-8, al centro comercial Mendibil, en pleno centro de la ciudad, a un paso de la emblemática plaza del Ensanche y el paseo Colón, y a dos de la estación de Euskotren.

Así, el nuevo complejo Ocine Mendibil ocupa ahora el hueco que dejaron los cines del grupo Cinebox, que tras dos años de lenta agonía (a raíz del concurso de acreedores del grupo matriz), cerraron sus puertas el pasado 30 de diciembre.

CAMBIO PARA MEJORAR Ya el pasado 1 de julio, en el acto de apertura de Ocine Mendibil, el presidente de este grupo catalán de exhibición cinematográfica, Narcís Agustí, señaló que habían optado por el traslado al centro de Irun “como una mejora clara en el servicio a los clientes, con una mejor ubicación dentro de la ciudad y con unas instalaciones más modernas y mejor equipadas”.

De hecho, Ocine no solo ha hecho un traslado dentro de la misma ciudad sino que ha llevado a cabo “una cuantiosa inversión” para remozar las salas de Mendibil (limpieza, cambio de moquetas y tapizado de butacas, además de la digitalización completa de las seis salas).

Pasadas algunas semanas, la gerente de los cines, Virginia Martín, señala que “de entrada, el cambio de ubicación ha resultado positivo”, si bien reconoce que “el verano no es la mejor época del año para medirlo, porque funciona casi al contrario que el resto del año, con más gente entre semana que los viernes, sábados y domingos”.

“Las cifras de público son similares a las que teníamos en Txingudi, salvo los miércoles de Día del Espectador a 4,90 euros, que siempre funcionaron bien y ahora, en el centro de Irun, lo hacen aún mejor”, explica Virginia Martín.

Lo que sí han observado en Ocine Mendibil es “un cambio en el tipo de público, con más adolescentes que en Txingudi, quizá debido a que el desplazamiento hasta allí era más complicado, al depender del autobús”.

MÁS ACCESIBLE Precisamente, los más jovenes encuentran que Ocine Mendibil es “más accesible”, como Beñat Alkain, un errenteriarra de 15 años que junto a siete amigos de su cuadrilla, iba a ver una película en los nuevos cines hace algunos días.

“Aquí hay más salas y además se puede venir en Topo. Antes veníamos mucho a los Cinebox y es una alegría que se haya abierto de nuevo un cine aquí”, decía este joven.

Entre el público más adulto, los hay quienes añoraban, en el último medio año, la presencia de un cine en el centro de la ciudad, como Iluminada Zamarreño, de 76 años, y su hija Yolanda Ibarreta, de 41 años. “El cine, si es en el centro de Irun, mucho mejor, como lo ha sido toda la vida. Una ciudad sin cines es menos ciudad”, decían estas dos mujeres.

Además del público, otros que han agradecido la vuelta del cine a Mendibil son los hosteleros del centro comercial. En la cafetería Virginia Mendibil, Javier Moreno señalaba que “aunque los dos últimos años de Cinebox fueron flojos, porque no podían poner muchos estrenos teniendo solo dos salas digitalizadas, su cierre en este medio año se dejó notar”.

Lo que sí han visto los hosteleros es que la apertura de Ocine Mendibil “ha animado el trabajo por las noches, en especial los viernes, que son días de estreno”. Pero, como dice su gerente, Virginia Martín, “a partir de otoño se verá el alcance de este cambio de ubicación”
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