16 octubre 201600:52
El Ayuntamiento ha publicado en la web municipal el Mapa de Ruido Ambiental del municipio, es decir, el referido a la contaminación acústica generada por industrias, infraestructuras viarias y ferroviarias y aeropuertos. «El problema del ruido ambiental se regula a través de directivas europeas», recordaba Xabier Iridoy, delegado de Urbanismo. De acuerdo con ellas, a los Ayuntamientos les compete establecer los límites acústicos de cada zona de la ciudad en función de su uso, elaborar los mapas de ruido para cada zona y, por último, si procede, aprobar un plan de acción para paliar los excesos detectados en el estudio.
El área de Urbanismo, superadas las dos primeras fases, dispone ya del conocimiento de la situación real en la ciudad, aunque como recordaba el delegado, en esta fase de estudio, atendiendo sólo al ruido ambiental. El efecto de otras fuentes como los servicios de jardinería, limpieza o recogida de residuos; el ocio nocturno, los puntos de aglomeraciones de personas, los espacios deportivos y «otros focos que preocupan también a la ciudadanía se abordarán con un plan de acción más extenso, para que el mapa sea más representativo de la realidad».
Atendiendo al mapa del ruido ambiental, una de las conclusiones más llamativas del estudio es que la población irundarra que sufre ruidos por encima del objetivo de calidad en horario nocturno (55 decibelios) es del 12%. Por la mañana y por la tarde el porcentaje de ciudadanos que padece ruido por encima del límite baja a 4% y 3%, respectivamente.
El 59% de la población reside en zonas que el análisis que se ha realizado califica como 'tranquilas'
El análisis realizado destaca también que más de la mitad de la población, el 59%, reside en zonas que por los bajos niveles de ruido ambiental que soportan cabe calificar de tranquilas. El tráfico urbano es el principal foco de contaminación sonora, especialmente en el eje central (calle Hondarribia-Colón-avenida Navarra, junto a las avenidas de Gipuzkoa e Iparralde). La autopista limita su efecto nocivo a las barriadas de Txenperenea, Ribera, Arbes y Blaia y la variante Norte, a Jaizubía y las calles Bidasoa, Ramón Iribarren y Juan Thalamas Labandibar. El ruido ferroviario se circunscribe, obviamente, a las casas cercanas a las vías de Adif y ETS y la incidencia industrial se considera mínima.