Tres estaciones en una, propuesta para un servicio unificado

Toda la población irunesa está acostumbrada a la maraña de vías y a los accesos por calles angostas que tiene la estación de tren a partir de la cuál se fue expandiendo la ciudad. Ha crecido en mitad de esa urbanización. Pero acostumbrarse a ella no significa resignarse. En este momento, el edificio blanco que da acceso al complejo ferroviario desde la calle Estación, alberga las taquillas para las líneas de Cercanías de Renfe. Pero para llegar a la Larga Distancia, a ese andén 6 por el que ya llegan los trenes de alta velocidad francesa al ser la primera vía con el tercer hilo instalado, hay que recorrer un pasadizo subterráneo que desemboca en 'una nueva estación'.

La gran dimensión de las instalaciones ferroviarias, tanto de las vías como de los edificios que poco a poco, década tras década, han ido vaciándose en su mayoría, han dejado una estación también dividida entre los viajes de corta y larga distancia. Un problema que también ocupa la mente de los responsables municipales de Irun y que aspiran a salvar, en una siguiente fase del macroproyecto, mediante una estación unificada que preste un servicio intermodal a los usuarios. A París, a Madrid, a Baiona o a Donostia... El diseño de esa futura estación, cuyo proyecto por ahora solo está en los dibujos que el equipo municipal de Irun preparó hace seis años de cara a aquel protocolo original, deberá reelaborarse. Pero el boceto (como muestra la imagen superior), aproxima a la idea inicial -siempre sujeta a modificaciones, insisten en el Consistorio- sobre la que construir el nuevo diseño.

La segunda fase de la regeneración urbana pasaría por ahí. Por cubrir la playa de vías en todo el centro de la ciudad, desde los andenes de al actual estación de Renfe hasta el puente de la Variante (casi un kilómetro), a partir del cuál se sitúa la zona ferroviaria de Mercancías. Y bajo ese espacio, se proyecta la construcción de ese nuevo complejo intermodal en el que quedarían unificadas no solo las dos estaciones de Renfe, sino también la línea de Euskotren, que ahora discurre en paralelo y cuya estación se encuentra a 500 metros de distancia de las de Renfe, en mitad del Paseo Colón.

En resumen, tres estaciones en una para un servicio ferroviario unificado que ocuparía ese renovado centro de Irun, donde la cicatriz férrea entre los barrios de uno y otro lado de las vías quedaría disimulada por una extensa cubierta. Esta es la idea. Ahora faltan los compromisos.