Ocurre en muchas ciudades que existen espacios que se construyeron y diseñaron hace décadas y que hoy en día no serían concebibles, en términos de accesibilidad, de peatonalidad, de vida urbana o hasta de gustos estéticos (aunque esto último sea más personal). En Irun también hay espacios y barrios construidos en épocas pasadas y que casi a buen seguro, hoy no se habrían hecho de la misma manera.
El barrio de Artia, construido en la ladera que discurre paralela al río Bidasoa y la GI-636, camino de Behobia, y partiendo del entorno de Palmera-Montero, antes industrial y hoy modernamente reurbanizado como espacio residencial y de servicios, es posiblemente uno de ellos.
Torres altas, con muchas viviendas y pocos aparcamientos, aceras estrechas por las que a menudo el tránsito con coches de niños o en sillas de ruedas puede ser tarea imposible, carencia de espacios verdes y mucha, mucha pendiente. Tanta que hace ya años que se construyeron dos tramos de escaleras mecánicas que han solventado, en una parte importante, los problemas de accesibilidad de un barrio en el que viven “alrededor de 7.800 personas”, según explicaba esta semana José Luis Barreiro, presidente de la Asociación de Vecinos de Artia.
ESPACIO RENOVADO Barreiro, su junta y buena parte de los vecinos están de enhorabuena, porque dentro de alrededor de dos meses y medio van a estrenar un espacio, “el de la reurbanización de la plaza Portu y la peatonalización de un tramo de la calle Pío Baroja, muy usados siempre por el vecindario”, que “va a suponer un respiro urbanístico para la vida del barrio”, según destacaba la edil de Obras del Ayuntamiento de Irun, Cristina Laborda, en la visita a las obras que realizó junto a técnicos municipales y asociación de vecinos.
La responsable del área de Obras del Ayuntamiento de Irun explicó que “los trabajos, que son fruto de un proceso de participación llevado a cabo en el barrio, han superado ya su ecuador y tras acometer la importante y necesaria renovación de las anticuadas infraestructuras de aguas pluviales y fecales y de redes eléctricas y de telecomunicaciones, se centran ahora en el segundo gran objetivo, que es mejorar la accesibilidad peatonal y dotar a Artia de una mejora urbanística en este espacio, que es parte importante de la vida social del barrio”.
Miguel Otero, director de la obra que está llevando a cabo la empresa Urbycolan SL con un presupuesto total de 807.720 euros, explicó que la actuación abarca “3.500 metros cuadrados de espacios peatonales y otros 2.500 de zonas de tránsito y aparcamiento”.
RAMPA ACCESIBLE Los trabajos comprenden, en cuanto a la actuación de reurbanización, “la sustitución de las viejas escaleras y de la rampa, que no cumplía los requisitos de accesibilidad, entre la plaza Portu y la calle Pío Baroja” y en esta “se reurbaniza y peatonaliza el tramo que va desde la sede de la asociación de vecinos hasta la altura del número 18, y a partir de ahí y hasta el cruce con Pintor Berrueta, se renuevan y ensanchan las aceras manteniendo un carril de circulación y aparcamientos”, según recordaba Cristina Laborda.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Vecinos de Artia, José Luis Barreiro, se lamentaba de que “después de casi 30 años de espera por una actuación así, no se haya prolongado la peatonalización de Pío Baroja hasta el cruce con la calle Pintor Berrueta, porque los peatones y la vida del barrio deberían estar por delante del hecho de que algunos aparquen su coche frente al portal”. A este respecto, Cristina Laborda recordó que “el diseño de la actuación y su alcance son fruto del proceso de participación realizado en el barrio y siguiendo sus resultados es como se están ejecutando ahora”.
